Para ver

lunes, 16 de junio de 2025

Laureles marchitos


 La neblina  arrastra perros húmedos,

banquetes de lenguas inmemoriales,

 laureles marchitos de glorias, cubiertos

con enormes voluntades de vanos lutos,

entre basuras inmemoriales y ajenas

que otrora fueron de carne y sueños.

La veo arrastrar su lengua seca y opaca

entre  las verjas de oscuridad y silencio.

vana profanación de roncos corazones,

sombra de sus propias viejas sombras

 antología de naufragios ocultos de silencio,

que ayer creyeron del mundo ser la cumbre.

Ilustración: "Laureles marchitos" - Edmund Leighton - https://es.masterapollon.com/cuadro/lauriers-fanes-edmund-leighton/ 

 

martes, 10 de junio de 2025

Camelias y pudor

 Huelo una mujer

de costado azul, 

y aun algo más,

sólo nombrarla

el rostro al cielo

y los deseos giran.

Fresca pubertad,

espíritu  de aroma

a camelias y pudor.



sábado, 31 de mayo de 2025

Ciertas ventanas

 Dos figuras, sus ojos y su boca,

y un yo primitivo y sorprendido.

El viento desnudo a la distancia,

se detiene, candente y sonoro,

entre pañuelos de un diciembre 

atestado de pequeñas cosas

y luminosas terrazas descaradas.

Simple contorno de una vida ajena,

reflejada en un espejo destinado

a ser solo sombra avergonzada

de palabras lejanas que caminan

huyendo de un remordimiento fugaz,

tocando tan solo mínimos contornos

de lo que una vez fue silencio brotando

de sus ojos y su boca  tan indiferentes 

como ciertas ventanas que nunca abren.

viernes, 30 de mayo de 2025

Oficio viejo

 En otra vida o en una hundida rosa,

esperaré estrecho esa esquiva calma,

torpemente dedicada a aturdirme

en la esquina despiadada de tus dedos.

Oficio viejo el de mi  locura altiva,

atada revoltosa a las ondas de tu cintura.



 

martes, 13 de mayo de 2025

Lento garabatear

 


No te vas dando cuenta,

pero día a día, a ciegas,

vas borrando nombres,

y cada vez son más,

y más cercanos, íntimos.

Y cada jornada tiene,

inevitable uno desvanecido .

Ahora miras el calendario,

y ves que lo más querido,

ya no está, se ha ido,

solo es un simple trazo,

inscripción de tristeza,

y te vas sintiendo más solo,

pensando cual será el día

que tu nombre aparezca

escrito por un cualquiera,

si es que, tal vez, lo escriben,

en ese lento garabatear

de la vida hacia la muerte.