Para ver

miércoles, 20 de julio de 2011

En mayo


Te encontré en mayo,
sin vientos del sur
ni un último acto,
solo te encontré.
Novato clandestino,
habitante del olvido,
más o menos loco,
siempre del otro lado
de todas las cosas.
Pese a todo te encontré.
Mal tejedor de enredos,
madrugador azul fantasma,
no tuve mejor suerte
que florecer en el desierto
de la luna de tu boca
y descubrir tu feminidad.
Eso fue en mayo, no olvido,
y desde entonces vivimos
sobre esta prohibición
que nos hace humanos.
A cualquiera le pudo suceder,
solo que justo, estaba yo allí.

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