Hoy
derrumbo el secreto tiempo de tu espacio,
con
la fragilidad de mis eternos vacíos nocturnos.
Por
eso, no hay nada que te haga extrañarme.
Hay momentos en que me siento hurgador de letras muertas, alquimista de consonantes, carpintero de vocales, constructor de palabras sueltas que solas se arman en papel. Y hay momentos en que solo me veo equilibrista de mis pensamientos, sin poder volcar en la pluma frase alguna que refleje la tumultuosa volatilidad de mis alocados sentimientos. Y hay momentos en que me basta pronunciar por lo bajo tu nombre,para saberme vivo. Entero
Podés con tus versos cubrirte de forma tal de engañarte y no te engañas ni me engañas.
ResponderEliminarHermoso poema que te devela.
Sonia
Estás tras el espejo