Incompleto,
me perdí otra vez
en un
afiebrado sueño sin sol.
Extraña
manera de desahogo
que
gozan los desvelos del alma,
donde
nunca nada es predecible,
solo actuar
del buen olvido.
Hay momentos en que me siento hurgador de letras muertas, alquimista de consonantes, carpintero de vocales, constructor de palabras sueltas que solas se arman en papel. Y hay momentos en que solo me veo equilibrista de mis pensamientos, sin poder volcar en la pluma frase alguna que refleje la tumultuosa volatilidad de mis alocados sentimientos. Y hay momentos en que me basta pronunciar por lo bajo tu nombre,para saberme vivo. Entero
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