martes, 12 de junio de 2007

El postre

Se que no lo van a creer.
Nadie lo podrá creer.
Los que basan su saber en todo lo que pesan, tocan, miden y cuentan, dirán que no es, los hedonistas dirán que es inútil, los religiosos sacrílegos, los ateos, superstición, los juristas fraude, los médicos, demencia, los ignorantes, dirán que hay que ver para creer, como si viesen todo lo que creen.
Pero no importa, de cualquier manera yo no debo olvidarlo, pues tal vez no se repita, y en cuanto a que lo crean o no, me tiene sin cuidado, no voy a probar su verdad, como tampoco podrán probar que miento.
El 26 de agosto, amaneció lluvioso, ya desde varios días atrás dormía mal, pero eso no era raro, siempre he sido un nocturno cavilante, de forma tal que no extrañaba que antes del alba leyese para correr las horas.-
Recuerdo que al despertar sentía caer la lluvia, pensé en mis plantas y me alegré, el calor de los días anteriores era sofocante.-
Me levante un poco mareado y pensé en desayunar pronto, pero mi primer sorpresa fue el ver que donde estaba llovía, no sobre mi, sino debajo de mi o mejor dicho a través de mi.
Como esos sueños previos al despertar, creí que ponto todo sería normal, pero no, yo flotaba, levitaba, “allí” el agua fluía a través de mi cuerpo y lo grave era que estaba despierto, no dormía.
Temeroso, observé mis manos y a través de ellas pude ver, a cierta distancia, la cama en que mi cuerpo yacía.
He dicho bien, veía mis manos, pero como si estas fueran una gelatina marrón, y a través de ellas veía mi cuerpo yaciente.
El miedo me ganó y quise gritar para despertar de se sueño, simultáneamente la idea de estar muerto ganó mi mente y con ella una sensación de paz, un relax total.
Por fin sabía lo que era la muerte.
La gelatina terrosa que era mi cuerpo estaba pendiente de la nada, no cabía en ella la concepción de tierra y cielo, arriba y abajo, izquierda o derecha, todos los conceptos convencionales de lugar, no eran concebibles, ni imaginables.Vivenciaba el transcurso de mi vida terrena o corporal como quien ve una fotografía, sin perder detalle, abarcando todo pero sin modificar nada.
Sentía vibraciones en mi entorno, y acabé por descubrir que provenían de otras gelatinosas formas que me rodeaban en las posturas más absurdas, pero ninguna de ellas experimentaba deseo ni dolor alguno, eran absolutamente neutras, imposibles de descifrar.
Por esas vibraciones, comprendí, mas que entendí, que ese era el mundo de los que han muerto en la tierra.
Mis concepto de lo bueno y lo malo, lo lindo y lo feo se me hacían difíciles de aplicar, allí todo era neutro, carente de valor.
Supe, no me pregunten como, que no todos éramos terrenos, que había masas gelatinosas provenientes de otros mundos, posibles.
Anhelaba poder comunicarme con quienes de allí en mas serían mis iguales, pero no percibía respuestas a mis interrogantes, ni escuchaba sonido alguno, y sin embargo tenía la certeza de que entre ellos se estaban comunicando.
Quise acercarme más a uno ellos, en el que me pareció reconocer a un viejo compañero de estudios hace algún tiempo muerto, y mi “masa” obedeció a mi deseo.
Y de allí en más no recuerdo otra cosa.S
e que desde esa fecha hasta ayer, he continuado viviendo como siempre, que el 26 de agosto he despertado sin recordar nada, que he trabajado y vivido como todos los demás, sin tener el menor recuerdo de todo lo pasado, hasta el día de ayer.
Pero ayer, en la cena de aniversario de la Empresa, al servirse el postre, inmediatamente se descorrió en mi mete el velo que ocultaba esa visión.
Y cuando mis compañeros de trabajo comenzaron a gustar sus gelatinas, mis oídos se poblaron de gritos lastimeros y mis ojos de visiones dolorosas, por eso, desesperado, corrí a quitarles las muertes de sus bocas, por eso escape a través de sus miradas incrédulas y temerosas.
Por eso, hoy velo en mi cuerpo la muerte próxima, aunque Uds. no me crean, aunque no puedan entenderlo, aunque digan que ha sido un sueño y crean que estoy loco.
Yo se que no lo fue.-

1 comentario:

  1. Sueños con sensación de realidad y realidades con sensaciones de sueños... increíbles, indescifrables; nos sentimos incompetentes para su explicación, pero aquí lo has descrito perfectamente.

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