domingo, 31 de julio de 2011

Egoismo

Un hombre que no conozco,
y la mujer que tiene por piel la luna,
como esos viejos nudos mal atados
andan, egoístas, cada uno por su lado.
La imperfección de la memoria
les impide hacer del amor una isla,
y guardar en la buhardilla del otoño
un preciado inventario de recuerdos.
Se llegan sin poder decir adiós,
y se marchan, sin saber si fueron uno.
Llueve sobre el puente del encuentro,
nostálgico anhelo de amor abandonado,
donde, algún día, volverán a ver pasar
la golondrina melancólica de la nada,
desde la orfandad patética de lo solitario.
El séptimo velo que oculta la ciudad vital
desdeña los malditos tiranos del egoísmo
que se privan de nacer en otro cuerpo.


sábado, 30 de julio de 2011

Aurora



En silencio y con rencor,
desde el abismo perpetuo
cobijado en el baúl de su pobreza,
con la resignación de su capital
de cinco hijos sin un padre,
aceptó que el funcionario aquel,
dejara en sus manos los cien denarios,
con que la plástica tarjeta del gobierno
pretendía comprar la fingida sonrisa
que él verá en el diario de mañana.
La cacería la vida no le dio a elegir,
sentenció en silencio que era la presa,
dejando la euforia sobradora del cazador
del otro lado, persiguiendo sus huellas.
Una… y otra y otra y otra y otra y otra,
Y muchos otros más se acorralan
en su misma resignada, amarga espera,
de que la clemencia absurda de la hipocresía
uno de esos días vuelva a hablar en clave
de los progresos de la integración,
y el combate a la social marginación.
El debate de los que a diario comen
no llega sus cinco flacos sentidos,
ni transitan sus caminos de decepción.
El tatuaje del amargo desamparo
se lleva, perpetuo, en la curtida piel.
La pintada funcionaria con traje de Channel
olvida que Aurora tiene hambre
y mañana…. Mañana puede amanecer.

viernes, 29 de julio de 2011

Omisión

La invisible saeta del infierno
en la piedra pesada del yerro.
Una equivocación, propia y frágil,
y atormenta el miedo a caer.
Temores, olvido, vacío, espanto.
Pavores en vuelo, que amargan.
Curiosa omisión que lleva a olvidar:
Que tan humano es errar.


jueves, 28 de julio de 2011

Partida

Quisiera saber lo que sientes,
cuando el colmo del tiempo
inunda la habitación de sol
con felinos pasos de despedida.
Las puertas de la medianoche,
y esas gratas horas de desvelo
quedaron en la otra acera,
junto al aroma natural del deseo.
Como nunca, el semblante laxo,
reposa delirios en sueño profundo
de mil meneos de agua y arena,
emborrachado de los excesos
del hombre y tu laberinto,
Y yo sigo aquí contemplándote,
con mi intriga por descubrir
esa sutil delicadeza suicida
que te duerme, y me deja ir.


martes, 26 de julio de 2011

Algo

En el circo de apariencias,
mar constante de vanidades,
con que se presenta el mundo,
hay un poco de esperanza
en cada nuevo ser que nace.


 

domingo, 24 de julio de 2011

Desencuentro

No bastó toda la ausencia
en esa cosa de armarse
con todos los sentidos,
para soportar la humedad
que deja la esquiva distancia
de la hembra intempestiva.
"Hoy estoy cansado" se dijo
y, lento, se fue a la montaña
viendo que hacia él no venía.
Calles de tierra van al recuerdo,
allí, donde se perdió la luna,
un día después el regreso
al invertido y extraño olvido.
Retornar y no se había ido,
simplemente ignoró quien era.
Ese último, contenido, respiro,
nacido de la rutina simple
del rictus del desencuentro.


Ilustración: "Desencuentro" - Cristián Baulán

sábado, 23 de julio de 2011

Memoria


Sin notas ni partituras,
sin ganas de nada,
sentir el fluir del silencio
buscando poesía,
esa patria invisible
de torvo espejismo.
Los huecos del alma
como eterno efímero,
lidiando en las letras
con el ausente olvido.
A lo mejor después
de oír otra sinfonía
o el aire en versos,
la sangre encuentre
el segmento perdido
que de memoria,
aún la busca a ella.
Siempre la memoria,
sombra que no duerme
y nunca se ha ido,
ausencia de todo
vital paradoja
que me llena de ti.

viernes, 22 de julio de 2011

Preferido



Mi fantasma predilecto,
y esto es una cuestión de piel,
se anda sin máscara ni velo,
aparece en noches de luna vacía,
o en mi almuerzo, a la mesa.
Aún no encuentra su lugar
en esta sociedad de hipocresía.
Dice que no que da nada,
ni temor, ni miedo ni risa;
a veces, cayendo la tarde,
suele llamarme por teléfono
para, jactancioso y jocoso decirme
“Ahora que no puedes verme,
te invito a soñar augurios
o a batirte a duelo con el futuro”.
Entonces lo encuentro incorpóreo,
en esas pequeñeces de la vida,
una semilla, un fruto, una nube,
o bien en esa nada que se pierde
en el silencio de la ausencia.
Así, la búsqueda de mi realidad
acaso no sea tan profunda,
pero me sorprendo a mi mismo,
cuando mi espectro preferido
no deja de ser ese pequeño detalle
que tienen tus ojos al mirarme.

Sombra

Como todos los días,
la mágica marea
de las vueltas de la vida,
avanza lenta, por doquier,
o donde uno, sin saber, quiere.
A veces, animal urbano,
soy suavemente invadido
por una melancolía campestre,
por follajes y enjambres,
raspando malas hierbas.
de hombres imposibles.
Entonces, mi niño imaginario
sueña su sueño de julio,
junta todas mis edades,
viaja con la mirada,
por sobre la neblina
de los humanos desatinos
de este triste mundo
cansado y corrompido,
que pretende oscurecernos,
y descubre a muchos otros
que persisten incansables
en esa costumbre de cambiar
el dolor...y la sangre...
por arenas de esperanzas
de indomables revoluciones,
de paz, justicia y equidad,
y frente a mis ojos se extiende,
como larga sombra posible,
una vital realidad pensada
a medias y con titubeos,
pero que quiere superar
del mundo tanta indiferencia.

jueves, 21 de julio de 2011

Secreto

Montañas de la eternidad
después de lo cotidiano.
Tras la ventana… el secreto,
el pecado de los viernes.
Desperdiciamos tiempo
esperando que pase el jueves.
La fugaz batalla de los egos,
se libra entre espera y sueño,
algo de casi todos los días,
dejando cicatriz y bálsamo,
en los instantes que agonizan
en el borde de la tormenta.
Mírame por una última vez,
y, a pesar de todo y de nada,
volvamos a forjar sueños rotos,
(ese inevitable destino del amor)
con dos lágrimas celestes de sal
allí, dónde fabricamos ilusiones,
en nuestro refugio de cristal.


miércoles, 20 de julio de 2011

En mayo


Te encontré en mayo,
sin vientos del sur
ni un último acto,
solo te encontré.
Novato clandestino,
habitante del olvido,
más o menos loco,
siempre del otro lado
de todas las cosas.
Pese a todo te encontré.
Mal tejedor de enredos,
madrugador azul fantasma,
no tuve mejor suerte
que florecer en el desierto
de la luna de tu boca
y descubrir tu feminidad.
Eso fue en mayo, no olvido,
y desde entonces vivimos
sobre esta prohibición
que nos hace humanos.
A cualquiera le pudo suceder,
solo que justo, estaba yo allí.

martes, 19 de julio de 2011

Dignidad

Cuando despierta la autoestima,
experimentando lo que realmente es,
todas las incertidumbres de la política,
la falsa moral y las austeras religiones,
pasan a ser ajenas cosas de las sombras,
fugacidad de falsas e interesadas sutilezas.
Se libera el ser prisionero de lo imperfecto,
del absurdo agujero negro de lo dogmático,
y se transforma en el dueño del libre albedrío,
columna y primera palabra de lo que es justo.
Con libertad escribamos una nueva historia,
nacimiento del más hermoso legado: Dignidad.


domingo, 17 de julio de 2011

Cosas humanas


Almohadones… luz vaporosa,
licor suave, la semilla de un durazno.
Caleta de milagros en un simple aposento.
Una férrea frontera que separa la rutina.
Rosado amanecer en sábanas negras,
una eternidad, sin tiempos ni dinero.
Labios brillantes que dejan cursivas,
consonantes, en la tersa osadía de la piel.
Momento difuso, de ideas ausentes,
(como si pudiesen ser necesarias),
y todo no es otra cosa, que el susurrar
de dimensiones opuestas y yuxtapuestas.
Tal vez un despertar no siendo un escape,
o un juego donde no abruma el silencio.
Olvidos de invierno, renacidos en verano,
y esa gota que, para el sibarita apetito,
vierte el durazno y resbala sobre el mentón,
arribando, con irreverencia, hasta la lengua.
Solo así, las cosas, se vuelven humanas.

sábado, 16 de julio de 2011

Para que?

Al costado del mundo
un hombre de cristal
hizo brillar una estrella.
Hoy pregunto ¿Para qué?





Culata

Le quema la rutina el tiempo
en ese aroma a café recién tostado
encontrando algo que se quede
a esperar que lleguen los días finales
de aparentar ser alguien que no es.

Julio “El Tigre” Solís, culatero, pa mas datos,
parido por Marcos Paz o cerca, no importa.
Criado aquí o allá, no recuerda, lo admite.
Buen guitarrero, mejor tirador y cuchillero,
delincuente pero honrado. Nunca cantor.

El ritmo de la vida lo trajo a los tumbos,
hace ya tiempo siente sufrir la carne,
y los huesos, y los nombres de los hombres,
los que apañó, sacando la cara por ellos,
y los otros, cuya vida no tenía sentido y borró.

Siempre hay un después, decía “El Tigre”,
y se perdonaba ser poeta del apriete o la muerte.
Sendas confusas son las cicatrices de su cuerpo,
memorias de alguien para otros, las de su alma.
De los hombres de madera se sabe el último.

El banco de los años le depositó setenta
y el descubierto en la cuenta del amor,
un regalo que lograr no ha podido nunca.
Paradoja con mucho gusto a confesión,
la dulzura de una compañía que jamás tuvo.

Ahora sabe que es alguien que no es,
empieza a pesar el vacío sin calor,
la leyenda de Julio “El Tigre” Solís,
culatero pa mas datos, solo la olvida él.
Y así se anda, sentado frente a su café,
con las manos, en los bolsillos de la piel.



Culata/culatero: (lunfardo) guardaespalda, matón.

jueves, 14 de julio de 2011

Macondiano

Junto al camposanto la casa abierta
de tercas soledades y ventanas,
es la que habita el hombre de la nada.
Allí se lo pasa, intentando pueril,
entender la necesidad y al tiempo.
Con sus ojos glaucos, gastados por el ver,
va descifrando, quedo, las huellas del camino.
Dicen que cuando la rebelión de las estatuas,
estuvo entre los que lanzaron la primera piedra
la víspera de ese primer fin del mundo.
La eventualidad que trae la lluvia,
le dejó una ramera bajo las sábanas,
una relación de desierto y tempestad
que abortó su viaje al paraíso.
Huyó de la ciudad de brujos y ternuras
para ya no volver a perder raíces.
Camino al cielo observo la nostalgia
cuando de frente el estigma le sonreía.
Hombre de una sola palabra, dijo:
"lo siento… esto no me pertenece"
y su respiro, devolvió a la tierra.


Deshilachadas



Deshilachadas
de sombras y de juegos,
las palabras en el aire
son esa esperanza perdida
que valdría la pena encontrar.
Además de ti, por supuesto;
pero tu estas siempre asomando
en cada cambio de estación,
en las cosas únicas, reiteradas,
las que llevamos vagando juntos,
arrastrados por el viento de pasión
hasta el pie del farolito de papel
de un repetido café escondido.
Entonces, tú vienes por lo tuyo,
conversando de las rabietas
que te da eso de ser señora
y de lo que mereces de la vida.
En tiempos lejanos pensaba
llevar la cruz de enamorarte,
ahora, los momentos me llueven
como esas tormentas de verano
que duran breve instantes
dejando el barro en su paso.
Ya no quiero saber lo que pasa,
allí está mi cuarto con vos y conmigo,
vamos a contar mentiras.

miércoles, 13 de julio de 2011

Ultimo brindis

Desencantada,
con su deseo
a la deriva,
llegó al final
del último brindis.
Un viejo legado
de nostalgia y sombras,
quizás, le señaló
que todo es efímero
en la moda y el actor.
Ayer, luces, aplausos,
a lo imposible, invitación.
Hoy, el silencio del olvido
y ese sombrío sueño
que ya no resucitara.
Estar lejos de las luces,
el glamour y la fama
es no estar. Triste no estar.
En la farándula
el cielo no existe,
ni se puede recuperar
                                                        con insultos y gritos.
Maldita lógica
de corta vida,
donde solo algunos,
los mejores,
logran perdurar.
Para los demás…
mentiras piadosas,
espejos de colores
y un solitario y triste final
… el olvido.

Apariencias

Secuestro a las paradojas
con que el tren del destino
te aleja de tu ausencia y de mí,
evocando una contemplación,
nadando en sueños mágicos.
Lo que soy en esa solitaria esquina
tiene el significado de una palabra:
Apariencias. Esa vieja y larga historia
de soledad, vacilación, gritos y susurros,
mezclada en el desorden de tus verdades,
por aquella necesidad de seducción
que otro imposible menguó en ti.
El más simple juego de conquista
de un silencioso pacto en estado puro,
desplegado en la persecución fútil,
sed y esencia de ese calendario
que tu cuerpo marca raptando tersura.
A falta de realidad… mentiras,
sueños… para olvidar las noches,
los lechos, lo infinitamente buscado
que todavía sangra cuando amanece.
De nuevo lentamente en cada te quiero
el diluvio de olvidos se siente. Está.
Decisión de ser libre y poder amar. Entera.
Quimera real, solo, cuando tú lo decidas.


martes, 12 de julio de 2011

Nada



Muchas cosas sin destino
nos pasan casi a diario:
conversaciones sobre nada,
abrazos descalzos de sentido,
adulaciones para el ego,
cosas vivas, cosas fugaces,
encuentros con lejanas ilusiones,
los mismos besos de siempre,
el sueño que ya hemos vivido.
Como un encontrarse y partir.
Al cabo del día, donde se fueron?
Quedaron ojos en la sombra
por si se nos perdieron
en viejos universos paralelos,
o en el ritual de los días vulgares?
Sin embargo, inesperadamente,
una cicatriz tallada en un rincón,
o el hado de un descubrimiento casual,
nos retornan esas ausencia presentes,
como un ayer que ha regresado.
Y la memoria, esa ladrona selectiva
de evocaciones confabuladas,
nos vuelve a regalar el raro privilegio
de poder vivir y gozar la vigencia
de aquellas cosas que creímos nada.

lunes, 11 de julio de 2011

Celos


Estando contigo, así juntos,
me invaden profundos recelos,
de que antiguos quereres
alberguen la esperanza
de despertar tus recuerdos.
Son pinceles que oscurecen
esa otra mitad de mi ser
que solo vibra en tus manos.
Es caminata en la niebla,
aire frío, de cristal, de río,
crepuscular noche de invierno.
En el margen de tus ojos,
el alegre juego inconsciente,
filtrea tu condición de mujer.
Tu roce me lleva a sentir
El vuelo tibio en tu aliento,
Así con mi vida en racimos
los celos me andan rondando.


Ilustración: "Rondando tu esquina" - Iris Degregorio

Singular

Lo singular
de estarse sentado frente al fuego,
es la incomprensión
de porque emergen caminos a lo añejo,
y a la revelación
de lo que la gente en general oculta.
Crepitan llamas,
la desnuda suavidad de la ternura
nos condena
a que seamos confidentes, profundos,
o sobre el suelo
nos acurruquemos en ese regazo,
donde las cosas
nos saben a ámbar y a pan recién horneado.
Por dentro
deseamos un silencio de caricias y ternura.
y la primera herejía
de volver a saber que como Mujer eres todo.
El deseo irrefrenable
de pensar en ti, estando suavemente en ti.
Crujen leños en la hoguera,
es inevitable el camino de volver a empezar.
Sentémonos frente al fuego.


sábado, 9 de julio de 2011

Teatro de ilusiones

En esos cinco renglones
donde me oculto yo,
dándole la espalda al público
ahora que no estás,
existe un monótono cielo
con su propia versión del exilio.
Allí, el peso de la verdad.
no sabe de derrotas o victorias,
ni que larga es la espera.
Si un día apareces transitando
el camino de la ceniza
que te acerque, sin motivo alguno,
(tan sólo como una observadora)
no te llegues con la indiferencia
de los que no van a gusto,
te perderías el concierto marítimo
de ciertas cosas un poco raras
que cobijo en un teatro de ilusiones:
una capucha blanca y un rostro,
una hamaca, nieve y la tarde,
el beso de un alba y una cama
pasto interior, un café doble, y todo
aquello que tengo al no tenerte.
Como verás, no son más que memorias
de uno, que ha vivido equivocado.


Ilustriación:    Benilde Rodriguez

viernes, 8 de julio de 2011

Cuestión de gustos

Quizás sea el último con un sinuoso sentir.
Pero acá te espero, tal vez mañana
a la luz de la luna, o como el asomo a la vida
en un buen día. Deseos de madrugada,
que la utópica realidad rompe de mi pasado.
Invitación que depara, en ambos, diferentes rumbos.
La puerta esta abierta, y otro par de ojos te duermen.
Sola, mi voz hace silencio, es lo poco que tengo:
un rostro y una lágrima, son ataduras a tu sombra.
Escondida y con modorra la noche busca compañía;
en algún lugar de su vida, un hombre desesperado,
cree que nunca es tarde y apura un último vino.
Todo es cuestión de gustos, ¿por que complicarnos?
si solo soy un gastado recuerdo de paso en tu vida.

jueves, 7 de julio de 2011

Mujer de papel

Quisiera ser alegre bohemio,
despertar esta u otra noche
como singular ángel trovador.
Paciente, buscar un amor perdido
en ese lugar que aún no conozco.
Hurgar detrás de ti y de tus ojos.
Silbar, andando con pies descalzos
y dejarme llevar, sólo por momentos,
en las mareas cálidas del destino.
Tomar distancias de lo que sea,
tener un breve minuto de nostalgia,
y mil doscientas dos noches de putas.
Pero hoy no es igual que hace décadas,
hoy me guardé el sol y las palabras,
quemé historias de ira y de rimel,
perdido, alumbré el ocaso de un amor
y viví la fiesta de la gloria y el espanto.
Por eso solo quiero ser errante paradoja,
bandera blanca, extraño café humeando,
o simplemente quisiera ser poeta,
en el momento preciso de lo ambiguo,
justo cuando amanecen pasiones
sobre tu cuerpo de mujer de papel.


Fin del juego

Jaque mate!!
Al escritor y sus fantasmas,
ese preso
en la liturgia intrascendente,
perdida
en la borra de una taza de café.
No existir,
en la infidelidad de las letras,
sus letras,
es el fin del palpable destierro.
Fin del juego.



miércoles, 6 de julio de 2011

Cautivo



En estas últimas noches
suelo esconder secretos,
esas viejas sombras que
sutiles, desempolvan
los suburbios inesperados
de borrosas escrituras.
Huellas, que desnudan el alma
como desabrigados cuerpos,
en el último piso del deseo.
Así de intenso te imagino.
Filtrándote sobre el presente.
Con tus palabras y tus ojos caídos.
Preso de un entrañable pasado
y de antiguos amores de cristal,
en estos tiempos que corren
me queda un misterio por resolver
y miles de preguntas por develar.
Pero, en estas últimas noches,
siempre me encuentro cautivo
de tu deseada y tenaz presencia
poniéndole luz a lo umbrío
del vacío que deja tu ausencia.

Murmullo

Nada de vueltas,
a golpes de espada
el tiempo detenido,
logra despertar
la nostalgia del porvenir.
Tu ausencia.
Una estrella y la luna llena
sólo necesito
para arrojar al vacío
lo que me queda de ti.
Pero en un descuido,
equivocado guardo,
tu tez blanca,
el remanso de tu mirada,
de tu rostro el contorno,
tu cuerpo galopando
los confines de mi piel.
Y si hurgo en mis bolsillos,
tres metros bajo el olvido
del amor y otros males,
rescato el aroma de un beso
que anoche vino a despedirse.
Con sus dedos invisibles
el murmullo del tiempo
repite, en hartazgo,
que lo único cierto
es que te quiero.

Ilustración: "Otro cuento" - Adriana Puente

martes, 5 de julio de 2011

El Adios


Sin retorno, se mira de pie
una tarde de verano.
Fragmentos de la lluvia,
(sin dejarle espacios)
caen antes de tiempo
a través de la ventana.
En su mano,
la carta de despedida.
En ella el adiós,
esa palabra escondida
en el panal de las letras,
es la peripecia
de un monologo de justificaciones.
Como naufrago agonizante,
extraviado esperar,
mira sus huellas y sus manos,
ahora ocupadas por el papel.
Con tristeza, escucha
el canto que canta la lluvia
como un ruido,
mientras la certeza
de que esa visita ya no llega,
da inicio
a un poema inconcluso
de calles y ciegos,
como tibia respuesta
a su historia de desamor.

La nada

No sé si se pueda vivir
capturando palabras
cuando todo sea nada,
y el presente este solo
en la luz distorsionada
de un libro de nieve.
O cuando una mano,
a la vista de ninguno,
acaricie rosas marchitas
a medida y con ternura,
como si ante si tuviera
un corazón lacerado
que nunca se rinde,
en un pertinaz intento
del regreso soñado
a lo que vive en la noche,
ese preciado tesoro mayor
que tampoco trae nombre
pero si tu personal perfume
y la nada, no va usted a creer,
con solo eso, se desaparece.


lunes, 4 de julio de 2011

Morrales

Cuando no me queda inspiración,
recorro los caminos del olvido,
arranco silencios, idas y venidas.
Lento, sin prisas, vuelo con la mente,
trajino en peligrosos y etéreos viajes,
buscando el ocaso que hay afuera.
En la tarde, altiva y entreabierta,
ahuyento pesados morrales de añoranzas.
Todo lo cambio con la velocidad de un río,
sostengo que el final ha comenzado,
el pesimismo rompo con los llamados
a las aguas con sabor a ausencia.
Absolutamente todo lo intento en vano.
Finalmente, terco amante del silencio
interrumpo la invocación de tu nombre,
entierro el reflejo de la ofensa recibida,
redescubro aquel maduro amor que es todo,
y logro dibujarte con palabras de vacío.
Así, vuelvo como domingo de primavera
a sostener con ánimo, mí esperanza
como en la cima de una atroz tormenta,
y voy edificando la recurrente ilusión,
cercana a la primera vez, de estar contigo.


Querubines negros

Pertinaz, con una mano,
suave me arrollará el viento
hacia extraños encuentros.
Caballos del sur, indómitos,
cabalgarán la aldea desierta.
Como el desconocido de siempre
abriré una puerta al otro lado,
habitando sueños que vendrán.
Sentado en una nube rosa,
esperaré en el balcón de tus ojos
treinta mil querubines negros,
(todos negros, ni uno solo blanco),
para que aupado me lleven
más allá de la locura mundana
a plasmar en piedra y mármol
la forma simple en que te amo.





domingo, 3 de julio de 2011

Anverso y reverso

Yo, en este presente trascendente,
me conformo con el aroma de los bosques
enredado en tus cabellos, y el suave rocío
de aquellas historias sin finales que inventamos
para que la vivan alguien como tú, alguien como yo,
alguien como nosotros, si es que hoy existen.
En el momento menos adecuado, no espero anverso
ni reverso hacia algún destino recurrente,
esas variaciones sobre un tema que desconocemos
y sin embargo, en la agonía de la oscuridad, ensayamos.
Evanescencia de pasados, presentes y futuros,
que alguno llaman por llamarlo mal de amores,
y como permanente tema de diván lo tienen .
Mientras que para nosotros, simplemente,
es una fiesta larga, con el techo como espectador.
Cuestiones todas ellas, fáciles de resolver contigo,
Junto al edén de tu espalda azul recostada,
deformando la forma de las voces internas
que gritan desde tu cuerpo, ausente de recuerdos,
labrando lo efímero de tu inocencia en besos.
Y todo no es mas, que sensaciones que se viven
desde el silencio y las palabras que no se dicen,
en esa gravedad de la sombra en que nos hundimos
después… para que quiero después, anverso o reverso.

Ilustración: "Anverso y Reverso" - Nicolas Hussey