Toco
tu boca
(siempre
es poco)
con altiva
libertad.
Un
azar que busca
Desorientar,
o mejor,
escandalizar
ese
esperado algo
que
sabemos,
nos desbordará
los bostezos
y el
ombligo
cuando
tus alas
se
abran húmedas
bajo
mi desnudez,
ansiosa
y deseada.
Luego
vendrán
temidas
impotencias
que
laceran
la
infinita vanidad,
mientras
hablamos
intrascendencias,
cómo
calienta el sol,
el
amor, el alma,
o la
vejez que tememos.
Y así
hasta la próxima
vez
que toque
nuevamente
tu boca,
y todo
recomience
con ese
libertinaje
imprescindible
para
los que, felices,
nos
burlamos
de las
normas.
Muchas cosas saben a poco. Bonito poema. Buenas tardes poeta.
ResponderEliminarMe encantó
ResponderEliminar