jueves, 28 de febrero de 2013

Colmada


Me gusta eso de ser sueños diluidos
vertiéndose como rocío en tu piel.
Ser distancia mínima, a cualquiera
de los polifónicos diálogos que brinda
tu cuerpo, en esos tibios momentos
en que te invito a ser candela viva,
aristócrata detrás de bambalinas,
huella, que va dejando pequeñas marcas
en la sonrisa que trazas en mis deseos.
Aún sigo amando ese abierto mar
en que, como  salvaje lluvia, me inundo,
para sentirte inesperadamente poética,
auténtica, colmada de amor y luna.

Buen momento

Las ocurrencias llegan temprano,
con el despertar de la ciudad.
La mancha de café en los escritos
anuncia que alguien está dormido.
En la obra de al lado, albañiles
trabajan y gritan a corazón partido,
la televisión inicia su efecto diario
de palabras que conocemos de sobra,
huelga docente deja niños felices
de prolongar aún más las vacaciones,
atorranta es la sensible realidad
con que se tratan entre si los diputados,
una epístola explica una masacre
en trenes que nadie ve ni controla.
El secreto inviolable de un personaje
es vox populi en cuestión de segundos.
Se enfría el café esperando una señal
para volver a acostarme en tu interior.
En contrapunto, dos pájaros cantan
lo inexplicable del paraíso perdido,
una paloma actúa de duende en su nido,
suena un teléfono alienado en algún lado
y el silencio se rompe un instante.
Una arquitectura sin vida ni colores
lentamente, se va despertando.
Es un buen momento para transponer
ese pequeño mundo que es comenzar el día.


miércoles, 27 de febrero de 2013

Cotidiano


Algún día, buscando razones de lo pasado,
razonando con paz, prudencia y sabiduría,
rescatamos, de ese cierto lugar escondido,
un  álbum de café, donde se trazó una historia.
Un cuento a esos amores que trascienden,
una lección plagada de raros aforismos,
sobre un primer afecto  que dejó hondas huellas.
Nos brindamos una tregua y, sin trampas,
queriendo hacerlo aunque no se quiera,
nos preguntamos que de nosotros hubiera sido,
regalándonos sueños y fantasías por un rato
en un pasatiempo de escenografía interior.
Y solo porque la vida es vida, ya vivida,
guardamos la ensoñación como algo bueno,
sin respuestas ciertas a las asomadas dudas.
Volviendo a ser los mismos extraños de lo cotidiano.

martes, 26 de febrero de 2013

Cisne

Vuelo muchas veces hacia el silencio,
confidente de despertares secretos,
transito sendas de olvidos dormidos,
para volar a otros trozos del desdén,
como un asceta cisne de cuello negro,
que, en su intrépido viaje por el mundo,
atesora remembranzas de iniciales días
en un nido abandonado en el ocaso,
cuando, a los amaneceres, enfiló sus alas
buscando esperanzas o realidades,
teniendo la única gran certeza, ineludible,
que en su fin, una musa oirá su canto.


Decisión


Después de esperar un día normal
coqueteando con la vana quietud,
exterminé el almanaque para vivir.


lunes, 25 de febrero de 2013

Día beige

Me suena a gran resignación un día beige.
Tal vez, porque sea un naranja muy claro
color a lana cruda con su saturación débil,
sin teñir, con nostalgia de pastos y campos.
Incompleto desafío de querer ser otra cosa,
preámbulo de suéter, de jubón sin mangas.
Con espíritu y conciencia de neutro rezago,
agresivamente depresivo, deshumanizado.
Un día en retroceso a lo que antes pudo ser,
pasajero limitado de la vida, duda cansada.
Un día beige es un sueño en tardío soliloquio,
música sin memorias, pueril reclamo nihilista.
Tal vez sea por eso que nadie tiene esos días,
y solo a mí se me ocurre que puede lograr existir,
en la caravana de amaneceres, un día así.




domingo, 24 de febrero de 2013

Tozudez


Quiso la mala suerte, que solo un sordo bebiera,
campechano y a su antojo, de la luna el relente.
Disipando algunas melodías en las cosquillas
de un firmamento de cal y canto, que me digería,
atentos amores me brindó, en una cama de hielo,
una polilla, e incinerando su cuerpo, logró la negrura.
Un mimo esbozó una sonrisa, y a cabestro alzado,
desligó de sus encajes mis manos, atrapó al viento,
hundió en él mi cabeza y me dijo. Vete a casa.
Con tozudez, aporreé un viejo piano desafinado.
Me metí de lleno, con muchas ganas de salir,
antes que pronto, de ese breve otoño de circo,
con un payaso callado y un pony amargado.
Una luciérnaga de barro me hizo recordar
que no era yo, el silente bufón del taburete.
Listo a aclarar que nada tenía de aguafiestas,
confisque para mí, las teclas con una  rumba.
Bajo un sol de humo, en el entre techo de un bar,
fui directo hacia las venas de un do sostenido,
en una mano, tabaco, y  la otra, en las estrellas.

Ilustración: "Humo" - Juliana

sábado, 23 de febrero de 2013

Genuflexos

Siempre despertar los mismos errores
y con dos siglos de retraso transitar.
No hay fin de ese mal ciclo y duele.
Como olvidar que, inevitable, se estrella
la realidad en la pared de la ceguera,
en el sin sentido de los mal elegidos,
en auto creerse omnipotentes dioses,
y solo son pequeños ángeles caídos
en el consumidor fuego de su egoísmo.
Impávidos, se suicidan desnucándose
para mejor ver quien servilmente,
genuflexos, los aplaude y ovaciona.

viernes, 22 de febrero de 2013

Si pudiera


Si pudiera extrañarte,
con un especial erotismo
únicamente lo haría.
Imaginándote libre,
indecentemente bella,
guardando en tu piel
el sabor del durazno.
Durmiendo ese sueño
que estraga mi ser
como embrujo de fuego.
Si pudiera extrañarte,
lo haría solitario.
en mi habitación,
consiente y dispuesto
de que aún lejana,
me logres desnudar
lo insólito del alma,
desalojando la fatiga
de tu ausencia
con el sabor de tu boca.
Pero no puedo extrañarte,
ese es mi castigo,
porque te llevo alojada
en la verdad de mis ojos,
entre los laberintos
de mis pensamientos,
y más aún en el viento seco
de mi diminuta historia.
En ese regresar de nuevo
a quererte siempre.

jueves, 21 de febrero de 2013

Volverá

Exiliada la creatividad en algún lado,
gobierna el aburrimiento crónico.
Se emprenden batallas perdidas
con la lógica de frases y oraciones.
y todo resulta como contaminado
por el terrorismo del no me gusta.
Hojas en blanco mueren garabateadas,
sin que disfrutaran de algo que decir.
El verdadero debate suena a fantasía,
pero es imposible que la escribamos.
La acrobacia vital de la elaboración
carretea sin arrancar, ahogada e invisible.
La pluma nos llama al diario navegar,
pero solo hay divagaciones por el mar.
Suspendidos en el aire que nos falta,
rogamos, una entrevista a media noche
frente a la ventana, con la inspiración,
dama que anda en caminos torcidos
y nos resulta esquiva en ese instante.
No hay nada en que creer esa noche fría,
mejor desmantelar eso, esto, y aquello.
y abandonarnos con la mente en blanco.
Cuando quiera sola volverá.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Arisco lobo


Cualquiera de estos días, como arisco lobo,
tomo una manta, lo que hay dentro de mí,
y abandono la mitológica manada ciudadana,
inconforme con los fantasmas de la utopía.
Llevaré los fragmentos de este, mi cuerpo,
en la inercia del silencio, al río de la libertad.
Escondido en porciones de mí mismo, decidiré
a que desorden, sin ocasos, orientaré la proa.
Lo adelanto a viva voz, como un buen amigo,
no sea cosa que mi nave encalle junto a tu figura
y te encuentres ausente o en otro extraño sitio.
No sufriera pena mayor, que llegar con el viento
y encontrar ligado a otro, el vergel de tu abrazo.
Entonces, mi doncella hecha de fantasías,
aun me quedaría el desierto del inmenso mar,
para encontrar la perla que acepte el inconcluso
y obsesivo desafío de tejer de a dos una elegía.
Por ahora, soy sólo un hombre que sueña
palabras en la ventisca, aferradas a un papel,
pero, por si acaso y por las dudas, te pediría,
espera el rayar del día ligera de ataduras,
tal vez podamos conversar como dos amigos.

Ilustración: "Una nave encallada" - Joseph Mallord William Turner

Transparencias

Cuando el viento deja de soplar,
la noche pierde algo funcional,
una música que se escabulle,
tras el resplandor de la luna,
en mutismos plenos de ausencias.
Algún perdido sollozo, sublevado,
se me deposita en el lagrimal,
sin más remedio que rodar añorando
el agitar de tus transparencias,
alimentando mi lado oscuro,
ese, que te busca a media noche
en el espacio originario de tu piel.


Rostro






Solo se es un pobre ave con las alas rotas
cuando ya no queda nada de algún amor.
Allí, el silencio tiene el rostro de la soledad.


martes, 19 de febrero de 2013

Nostálgico


Entreveo una calle cualquiera,
preferentemente empedrada,
de tradiciones de barrio antiguo
con olores de glicinas y jazmines.
Que encierre herencias vacantes,
atesoradas dentro de arcaicas tapias
color arena, ocultas por la hiedra.
Legados de viejas parlanchinas
expertas en todos los comadreos,
y longevos hombres discretos
guardando retazos de historia
robados en noches de juerga.
Una calle de rancios caserones,
que inviten al misterio y a quedar
prendados de la incierta fantasía
que estimulan sus espejos.
Buscar en frondosas arboledas,
el recóndito y secreto refugio
 de un amor apenas imaginario,
en tanto, sones de un bandoneón
señalan la hora del tiempo ido.
Sentirme benditamente nostálgico
de esos ayeres patinados de gris,
en la cara, el viento en contra,
y en el alma, la fragua de la niebla
rozando los inalcanzables límites
de sentirme ansioso. Esperándote.