jueves, 13 de diciembre de 2012

Mujer enamorada

Mujer enamorada.

Aciago sino que logró encallar al silencio
en la soledad de las dunas de tus ojos.
Un extraño dogma, pretendió ser el amor,
y sus duendes, idearon una mujer de seda.
Metáfora improvisada, con cierto desarreglo.
Sombra  y fuego, coautores íntimos, en sentir
esa calidez de noche de fulgores pardos,
en la llama que te ciñe, mujer enamorada.

Iustración: "Mujer enamorada" - Albert Cruells

lunes, 10 de diciembre de 2012

Regazo

La fragancia antecedía tu mano,
en el universo de ese pétalo,
difícil olvidar, que era tu regazo.


Ilustración: "El regazo" - Tino Cuesta

viernes, 7 de diciembre de 2012

Solitario vaho


El vacío en la niebla,que retorna
del solitario vaho que da el espejo,
aparta todo el calor de mis venas.
Buscándote mujer, por la noche,
encuentro aroma a ti en la lluvia.
Me avivan los rumores de tus pasos,
y lento reinicio un tranquilo respiro.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Sin respiro

La llovizna que no se encuentra,
siempre enamora con su sonrisa.
No se conoce el fuego de la ciudad
en la rutina de una mujer de hielo,
y sin embargo, antes del reposo,
se borran recuerdos sin tiempo.
En un ciclo de casual resignación
renacemos con las noticias del día,
libando el murmullo de la intriga.
Una leyenda sin leyes ni orígenes,
transitando en esas aguas benditas
que juntan rutinas con esperanzas.
Como animal intuitivo en una pausa,
se traspasan desánimos líquidos
en cuencos de azulada felicidad.
Mañana es una duda con recortes,
y ayer un niño que creció yéndose.
El hoy, fugaz, nos come los cuerpos
de repente y en cada esquina.
Y sin embargo, igual nos enhebramos 
sin respiro, en cuestiones cotidianas.


Ilustración: "Sin respiro" - Francisco Lagrifa

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Amores borrosos


Concluye  un grito en el silencio
y todavía me avergüenzo de mí.
A punta de navaja y buen pasar,
agrieto el techo de la indolencia
en la última etapa de todo lo ilegal.
Un instinto astral me compromete
al autoconocimiento de los antojos,
aprendiendo a decir en susurro
los falsos delirios de un café frío.
Volvamos donde todo comenzó,
ya es definitiva la recordación.
Flota, como un barco en el agua.
Entre voces que nunca escuché,
esa tormenta de un sueño marino
se suspende en el sonido del fuego.
Una vez más caen las ausencias,
y se escuchan las candelas del alma.
Todo cambia. Tengo que persistir.
Amores borrosos son bienvenidos.

martes, 4 de diciembre de 2012

Infinito

Es invisible el infinito cielo
cuando, en la noche sedienta,  
vuela alto una mujer desnuda.

Ninfa


Te concedo un lecho
de sensaciones volátiles,
sin esperar al amanecer.
Una dulce mentira deliciosa,
y esas palabras de fuego
que borran sueños vacíos.
Deja que cuente tus lunares,
que abra puertas y verdades
en  lo cotidiano de tu piel,
gozando olor en tus susurros,
como rebelde cuita de siembra.
Una primer melodía a oscuras,
ninfa de sensación infinita
perdida en el sendero de un viaje,
donde puedo ser casi nada
en los trajines de mujer dormida.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Pequeñas pocas cosas

Hoy aprendí que debo pasar
toda mi vida pensando en ti,
mientras que cuelgas tu alma
en un rincón del viejo placard.
Es que a mi, de vez en cuando,
suelen dolerme las ausencias,
como esa vieja muela de juicio
que hace años que ya no esta,
y se le da por punzar, molesta,
los días que jode la humedad.
O esa sombra que suelta mi mano
en una despedida incierta
ante un mar de interrogaciones.
Tal vez deba adiestrarme al plagio
de aquello que quedo de ti:
un cepillo de dientes, un aro,
el maquillaje moteando el espejo,
una que otra camisa sin planchar.
Esas pequeñas pocas cosas
 que, como navegantes del insomnio,
se arropan en mi almohada.

domingo, 2 de diciembre de 2012

En las sombras


Ya no hay tiempos de verte.
La historia no continuara más.
Entonces viborea el silencio
con su bagaje de horas vacías,
ave azul que sueña sin vuelos,
sentimientos arados en secano.
Vuelve la libertad de manos frías
a rasgar lapsos de impotencias,
vagando universos de estupidez,
armada con ímpetu de soledades.
Un retrato vacío que lleva tu nombre
danza delirios del reciente pasado,
rozando como un ala crepuscular
el letargo que late en las sombras.