martes, 23 de junio de 2009

Estaba seguro


Estaba seguro…
Me jugaba entero,
Aunque no soy de apostar,
A que sería lo primero
Que me dirías al despertar.
Y lo dijiste….
Como si nada hubiera pasado,
Como si todo fuera igual.
No te diste cuenta, me digo,
Como si alguna vez te hubieras dado cuenta,
Que las cosas han cambiado.
Que ya no es la misma calle,
Que no habitamos la misma casa,
Que los sueños no son los mismos,
Ni los días son los mismos días.
No te diste cuenta.
Ni de este esfuerzo por pretender,
Que todo siga igual,
Ni de las raspaduras en mis nudillos
De tanto golpear la pared.
Seguramente hoy,
Como todos los días,
Lo quiera o no lo quiera,
Va a salir el sol, habrá bruma,
Nos abrigaremos para escapar
Del frío del invierno que comienza.
Nos juntaremos a almorzar,
Los mismos estúpidos de siempre
Brindaran por un día comercial,
Y entre ellos estarán
Aquellos que más quiero,
Eso lo se.
Pero no quita que sean estúpidos.
Al finalizar la tarde,
Se dirán contentos, lo bien que lo pasamos,
Viendo solo lo visible
Que a sus ojos se presenta...
Mientras se le ha pasado sin ver
La agonía del que solo se encamina
A aquel lugar seguro
Del que nunca se retorna,
En el que todo se acaba
Que lento se aproxima.
Y no te diste cuenta.
Que pena….
Que pena que nunca te des cuenta
Que la vida se te pasa
Entre esas cuatro paredes
En las que no puedo nunca
Estar… verte…sentirte…
Porque todo ha cambiado…
Aún esta madrugada….
En la que vos seguís con tus sueños,
Y yo aquí, desvelado,
Intentando explicarte
Que no te diste cuenta
Que la vida está en otro lado.

jueves, 18 de junio de 2009

Tu voz


Arrulla.
Cobija.
Acaricia.
Contiene.
Acompaña.
Podría también
Agregarle más
Calificativos.
Dulcificarla,
Escucharla,
Aún dormido,
O simplemente
Vivir recordando
Su sonido
En mi oído.
Pero para que
Complicarme
Si solo
Me basta,
Saber que allí,
Donde ahora estas
Ella me nombra
En ese silencio
Con que me llama
Y con eso
Logra que
Arrulle.
Cobije.
Acaricie.
Contenga.
Acompañe.


domingo, 14 de junio de 2009

Estos días



Hoy he despertado,
Como casi todos los días.
Encendí el primer cigarrillo,
Antes de abandonar el lecho,
Quede mirando la penumbra,
De un amanecer que no llega.
Mientras el agua de la ducha
Templaba la posibilidad del baño,
Puse a calentar café,
Encendí la computadora,
Descalzo y desnudo,
Transité por el departamento
Buscando encontrarme
En el reflejo de tus ojos.
No estabas.
Y esa sensación de sentirme,
Ausente, vacío, solo,
Entre tantas cosas
Que te tienen presente
Volvió a ganarme,
Como todos los días,
Como todos estos días,
En que tú presencia
Es siempre una ausencia,
Un no estar, aún estando,
Y estando, vaya uno a saber donde,
Siento que solo tu ausencia
Es la que me acompaña.
Hoy he despertado,
Como puedes ver,
Como casi todos los días,
Como todos estos días.

viernes, 12 de junio de 2009

Transeúntes


Veredas angostas
Dejando escapar,
Al sol que busca
Llegar a su ocaso;
Sonidos monocordes
De vehículos ajenos;
Y pasos que redoblan
Su apurado andar
En busca de un cobijo
Que les aleje pronto
Del trajinado rodar
De apurados oficinistas,
Coquetas damiselas,
Impertinentes adolescentes,
Y adormilados ancianos.
Ensimismados caminantes
De sus propios mundos,
Transitando ausentes
La cotidiana realidad.
Desconocen
Quien va a su lado
No saben
Quien los precede,
Ni sospechan que
tras ellos
Un tiempo, los persigue,
Para impedirles lo único
Que no supieron disfrutar.
El momento de detenerse
A gozar del sol que entibia,
La sonrisa de la niña
Que juguetea con su sombra,
O el sencillo placer
De poder recordarte
Sentado en un café
Mientras,
Ausentes, me pasan
Los ajenos transeúntes
En su día de rutina.