viernes, 12 de junio de 2009

Transeúntes


Veredas angostas
Dejando escapar,
Al sol que busca
Llegar a su ocaso;
Sonidos monocordes
De vehículos ajenos;
Y pasos que redoblan
Su apurado andar
En busca de un cobijo
Que les aleje pronto
Del trajinado rodar
De apurados oficinistas,
Coquetas damiselas,
Impertinentes adolescentes,
Y adormilados ancianos.
Ensimismados caminantes
De sus propios mundos,
Transitando ausentes
La cotidiana realidad.
Desconocen
Quien va a su lado
No saben
Quien los precede,
Ni sospechan que
tras ellos
Un tiempo, los persigue,
Para impedirles lo único
Que no supieron disfrutar.
El momento de detenerse
A gozar del sol que entibia,
La sonrisa de la niña
Que juguetea con su sombra,
O el sencillo placer
De poder recordarte
Sentado en un café
Mientras,
Ausentes, me pasan
Los ajenos transeúntes
En su día de rutina.

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