viernes, 31 de julio de 2015

Para desayunar


Calentar en lánguido fuego una idea,
volcarla en un tazón de posibilidades,
verter una gotas de antiguas ilusiones,
incluir una edulcorada experiencia,
revolver, pacientes, todas las efemérides,
esperar que se asienten los sucesos.
Rebanar prolijamente los recuerdos,
untarlos con misterios de la fragilidad.
Sorber del pocillo de las circunstancias,
degustar el sabor de estar presente,
y se puede llegar a tener la satisfacción
de disfrutar desayunando una metáfora.

Elementos

Eso de ser viento, tierra, aire, agua y fuego
resulta agotador.
Hasta cuando incomodan los miedos absurdos
uno debe aprender a volar,
y al elevarse se levanta el polvo del suelo
(de dónde venimos y vamos),
se esparce por los cielos sin saber a dónde va.
Caminante de las intemperies,
dicen por allí,  que lentamente se cobija en nubes
descendiendo en lluvias,
que llega rápido, anegando fértil, semillas que germinan
y terminan siendo leña,
ardiendo en una lujuria de feliz enamorada
que, exhalando suspiros,
se retorna, eterna, en viento, tierra, aire, agua y fuego.



jueves, 30 de julio de 2015

Plenitud


La infinitud oscura sonreía desde sus ojos,
y la vida estallaba en todo
con esa plenitud tranquila que da la ternura.

miércoles, 29 de julio de 2015

Nihilista

Enjauló a su primer amor
y se fue a vivir con dos desconocidos al noroeste.
Converso al más acérrimo nihilismo,
creyendo que esa era su vocación, quedó desorientado.
Tuvo un modesto empleo
con una dama de rumbo extraño y manejo raro,
su descanso y único recreo fue un enfriamiento invernal
en las afueras de un gris Madrid en diciembre.
Gozó de días iracundos
hasta que se inventó un pasatiempo de ruleta rusa.
Todavía está intentado un día poder perder.




Ilustración: "Estudiante nihilista" - Ilya Repin


Algarabía


El silencio es remanso,
poema largo de voces apagadas,
mar en su etapa sensitiva,
fragmento de recónditos pensamientos.
Hay saberes ocultos en lo mudo,
latentes sonidos que germinan,
ecos de una inspiración
y cenizas cansadas de ser desaprovechadas.
Más contigo, el sin sonido
es un cascabel trinando en el mercado,
es algarabía de carillón,
fecundo Nirvana donde nace el deseo,
canto que borra la desesperanza
y canción que alerta los sentidos.
Mujer en cada amanecer
regálame tus tiempos en forma callada.

martes, 28 de julio de 2015

Remordimientos

En un café del centro, sobre la medianoche,
con olor a acordeón se elevan brevedades de mujer.
Se le expresan pedidos en otro idioma,
mientras su voz, cual recorrido de un pájaro,
 sigue una y otra vez el espejismo de un hombre
hace ya mucho tiempo ausente.
Casi sabe a realidad, el desgarro que interpreta,
El contingente de extranjeros no entiende sus palabras,
y poco les importa el comprenderlas,
se embelesan al mirar su expresivo rostro,
las manos rogando en un aire poblado de notas,
el cuerpo, ofreciéndose en la fragmentación de acordes
sobre la rustica superficie del escenario.
Ella no baila un tango, le dibuja filigranas
a las huellas que se fueron sin respuestas.
Etéreo, el sonido de su garganta vislumbra llanto,
sospechas, conjeturas y finalmente, nada.
Armónicos los últimos compases, revelan las entrañas
de la locura que dejó un amor ciego.
Un suave eco sacude al forastero,
y en la penumbra desde donde observa en silencio,
el aplauso cubre un sollozo de remordimientos.


Ilustración: foto de Lina Avellaneda


Desvío



Una pequeña nostalgia se metió en mis ojos,
por el desvió de lo melancólico se hizo camino. 
Hurgó dentro de mí y asomó siendo lágrima.

lunes, 27 de julio de 2015

Día a día

Día a día todo es diferente,
tú y tu calma llegan de la mano
sin decir siempre lo mismo.
Me sorprendes hasta donde puedes,
desintegrando mis prejuicios
con mudas señales
que me envías en letras azules
con sonidos de jazz.
Inventas triángulos de dos lados
en los que te desdoblas
mirándome de lejos.
Te cobijas en un cuenco polifónico,
sola, ensayando trinos
acompañándote de un laúd.
De pronto, regresas envuelta en poesía
con los versos desnudando
aviesas intenciones,
A veces, te miro en la penumbra
de este cuarto vacío
donde solo quieres que seamos amigos,
y si te fastidias,
inventas sirenas que te vinieron a ver
y con ellas te entretienes
disfrazándote de Cenicienta,
Imposible aburrirme en la Babel que construyes
con círculos de luna
y empalagosa mermelada de te quiero,
cuando la calma, se aleja de tu mano.



Alimento


Tenía hambre de un amor verdadero,
condimentado con sencillez y  lealtad,
envuelto en la calidez de una palabra,
acompañado de lo que algún día soñé.
Traté de hallar los ingredientes necesarios
en la alacena de todas mis vivencias,
 pero no me recordaba donde estaban
las más importantes ni las esenciales.
Junte las migas de unos viejos consuelos
con los que aprendí a amar y a sufrir,
los uní con algunas presencias inesperadas,
las aderecé con encuentros furtivos
cubriéndolas con despojos de ilusiones,
y junto a deseos incumplidos y olvidados,
me fabrique un alimento de engaños
con el que calmar mi apetito de caricias.

domingo, 26 de julio de 2015

Titan de mares

Brota la alborada entibiando el cuerpo del albatros.
El farallón acecha indemne al encrespado mar,
retórico sobreviviente del estanque azul, el ave
despliega en las alas su versión del despertar.
Sella su alianza marital antes de enfrentar a su destino,
otea el sentido del viento irguiéndose en el rocoso tejado,
y confiando en el titiritero de todos los días,
se entrega encantado al fantasma presuntuoso del vacío.
Una inexplicable inacción lo sumerge en libre caída,
Soportando, cual caballero aguerrido, el vértigo del desplome.
Inmenso en su envergadura, busca la presencia de térmicas
con las que ha de ganar altura y ritmo de viaje.
Drogado por la atracción azul del cielo, se encumbra
hasta el soplo con que se deja llevar sobre la masa de agua,
no existe urgencia en hallar lo buscado. Allí siempre estará,
en esas aguas australes donde reina, majestuoso.
Olas, blancas espumas y tornasolados arcoiris
no le impiden saciar su apetito ni buscar su alimento,
horas inmóvil en el firmamento, vertiginosas bajadas,
esplendorosas subidas y todo con un leve agitar de sus alas.
Remeras y timoneras, imperceptibles se mueven,
ora con sol de frente, ora sobre su lomo o bien a retaguardia.
Así, hasta que acalle el día, cuando el instinto lo instruye
a retornar al despeñadero donde aguarda su cónyuge.
En el tiempo de regreso, macera en su buche
el alimento de su prole, que lo aguardan en la espera.
Titan de mares y confines el albatros al descanso se entrega.


Eventual secreto



Ella es  floral, solo hay que tener ojos para descubrirla,
transparente, como a medio hacer, se muestra colorida,
extraña encarnación de una Venus plasmada en verdes.
Guarda rutas escondidas en sus desdibujadas formas,
Como en toda mujer, encontrarlas es un misterio que atrapa.

Ilustración: "Integración" - Mayra A. Otero

sábado, 25 de julio de 2015

Balconeando

Nació sabiendo que el mañana puede no llegar,
y que el ayer es un fragmento de la historia ajena.
Nunca obedeció lo estéticamente correcto
en su deshilada aventura de invisible sujeto.
Su voz de bajos decibeles era confusa,
intenso en sus pareceres y de manos frías
vio a la verdad como un crónico espejismo.
Descreía de las profecías y los pesados equipajes,
miraba a la altura de los ojos los sucesos del día.
A despecho de los demás, y con sus alforjas vacías,
santificaba la inocencia en la semblanza del desamor.
 Colmado de simplismos urbanos sobrevivía
sangrando fracasos de voces y energía,
para él era igual ganarse la vida que decirle adiós.
Alguna vez sobre una mesa y después de un vino,
olvido el ser quien fue y el que nunca ya iba a ser,
balconeando el último de los todavía,
tocó fondo sin conciencia ni permisos,
y partió en busca de los concertados encuentros
en los que ya no brotan las palabras.


Ilustración: "Balconeando" - Matilde Liendo

viernes, 24 de julio de 2015

Aún


A veces, por la mañana,
aún camino por las calles
imaginándote dormida.
Con las mil formas que tu cuerpo
merodea en el lecho.
Quién sabe si en ese momento
tendrás tu piernas
recogidas en tu pecho,
abrazando tus rodillas
como protegiéndote de ti misma,
o si en un fuerte abrazo
hundirás tu frente en la almohada,
dejando tu espalda desnuda.
A veces, por la mañana,
quiero suponer que despertamos juntos.
Te dedico una mirada
tan llena de intenciones que me pregunto
si me la responderás.
Relajada, disfrutas de tu posición
apoyando tu cuerpo en mí pecho.
Me hormiguea tu cabellera
y aún así, me aventuro
a cosquillear tu cuello con un beso,
te siento arquearte, desperezándote
en una artificial caricia dormida
que pinta destellos en mi mirada.
A veces, por la mañana,
aún sigo viendo tu levantarte desnuda,
desplegando aromas y alegrías,
canturreando pinceladas,
llevando tras de ti de rehén a mis ojos.
Verte regresar de lluvia mojada,
hundir tus manos en trascendente búsqueda,
excitándome con esa suave presencia,
y, al tocarme en los espacios encontrados,
dejándome sin saber qué decir
cuando mi figura recibe tus presencias ocultas
que siempre llegaron a enamorarme
de tu absurda manía de envolver los cuerpos mojados.
A veces, tan solo, yo te extraño
en este cuarto menguante que se colma
con  esta espesa falta de ti.

Ilustración: "Mujer dormida" - Pilar Jimena Alejo

No preguntes

No preguntes, arremete.
No necesitas de mi permiso
para invadirme de cariños.
Mi yo entero a ti se somete.
sin llamados y sin aviso.
Junto a ti solo soy un niño
que ansía solo verte,
haciendo del viaje algo omiso
y del encuentro un desaliño.
No te detengas a preguntar
si lo que quieres puedes alcanzar.
Tu nombre en mi boca es arrullo,
moldear mi rostro en tus manos, anhelo.
De verte, nunca, se cansarán mis ojos,
mis labios en los tuyos buscan consuelo.
Encadenarme a tu corazón
hará levitar cuerpo y alma con pasión,
y hundido en tus caricias eternamente
dejarme seducir por tu decisión
será mi dulce rendición.


Aquella existencia


Aquella existencia de bohemia,
vivida entre mentiras y verdades,
entre coplas y frases impacientes,
seguramente no volverá,
con sus errores y sus cualidades
a estos tiempos presentes.
Quien sabe donde habrán quedado
las ardientes convicciones,
y los amables desacuerdos de amigos.
El tiempo mucho se ha llevado
de esas largas conversaciones,
en las que supimos ser testigos
de secretos compartidos.
Apuramos el paso de los días
en este acontecer de la vida,
perdimos cosas sin sentido,
y ganamos lo que sea que ganamos,
para llegar a este momento
en que todo aquello añoramos.