viernes, 3 de julio de 2015

Anécdotas vanas

Escurridiza, la sinrazón vegeta agazapada.
Un poema sin nombre busca alivio en una sonrisa.
Superficiales antojos naufragan en la nada,
una fragancia de mujer inunda la geografía.
Los recuerdos ensayan pasos para retornar,
el pensamiento, constante, busca expresarse.
Abundan las anécdotas vanas,
bosquejos de historias se pierden en el camino.
Cada día es un ensayo y el tiempo pasa,
nada ni nadie detiene su andar cansino.
La juventud es un atropello de identidad,
la madurez, remediar lo equivocado.
No existen instrucciones para el buen vivir,
ni sabanas de seda que arropen los dolores.
Al fin y al cabo, ser mejor es una etapa
para alcanzar un grado superior.
Difícil equilibrio ente lo que queremos ser
y lo que logramos.





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