martes, 31 de marzo de 2020

Sobre la nada

Se desteje el despropósito de nada
desvirgando carcajadas antiguas,
mientras el blanco actual se despinta
respirando, pesado, en esa tanta nada.
En el fondo del ojo, sordo gira el Tiempo,
aupando una canción indescriptible.
Puro y desaforado andar hacia delante,
donde solo queda la absurda nada.

lunes, 30 de marzo de 2020

Abusiva corazonada


Hace algún tiempo, me resigne a quererte
inventando lo increíble, desnudando por dentro
esas cosas que apilamos inconscientes.
Un querer vástago de un racimo de olvidos
y de pesares por aquello que tampoco ha sido.
Un quererte con heroísmos en proyectos,
con un fondo húmedo de barbas vegetales
y una bruma animal que puja lágrimas.
Un querer inútil que anhela salir por mi costado,
pero se atasca en la ventana del algún día,
tambaleando ojalases que no se cumplirán nunca,
para acompañarme en la quietud de mi ombligo
como abusiva corazonada de lo absurdo.


Ilustración: "Corazonada" - Severiano Gomez Grande

domingo, 29 de marzo de 2020

Rancio vino

En la arena nacen pájaros de arena,
molida piedra que cobra nueva vida.
De las piedras nace un raro otoño,
residuo de un medieval verano ajado.
Dignas estaciones ausentes del paraíso.
Vida adentro muchas islas irreconocibles,
infinito túnel guardado bajo siete llaves.
Echado como un fardo sobre el lecho,
semejo un repetido presagio adverso,
mientras, en tu mirada, golpea el tiempo.
Rancio vino madura en el olvido.



sábado, 28 de marzo de 2020

Pantalla


Ser dos últimamente, es todo un tema.
En un mundo movido por personas irreales,
solo se habitan luminosas ventanas
que duran, apenas, un breve instante
en ese dique del tiempo que es una pantalla,
habitada por la ausencia de uno mismo.



viernes, 27 de marzo de 2020

De un lunar a otro

Entre los labios medianos, una boca neutra,
y, aun así, con ella, juegas toda la noche.
Muy satisfecho por eso, en verdad me tienes.
Labios preparados para la persuasión,
para la vertiginosa sencillez llegar a lo que soy.
Tu boca viaja lenta por las noches,
descubriendo secretos al derecho y al revés,
sabe el nombre de pila de cada centímetro de mi piel.
A veces, me castiga y otras, si puede,
me disculpa por no saber aguantar el delirio.
Ella siembra y cosecha en los dominios de mi alma
con una discreta procesión de un lunar a otro.



Embrujo


De mi brazo el tamaño es extenso,
amplias mis manos con todas sus fallas,
casi el doble de grande mi boca,
girasol interminable mi lengua en ellos.
Así de pequeño, mínimo y dulce,
es el embrujo que encierra tus senos.

domingo, 22 de marzo de 2020

Un minuto

Las seis y cincuenta y nueve en punto.
Buena hora para que llegaras tarde,
o no llegaras a mí con lejanos pasos.
Y yo aquí, desvestido, como un perro
guardando sales de  los rocíos fríos.
Aun así,  te quiero en pequeños trozos,
porque el todo en serio es imposible.
Soy arrepentido gorrión en suave fuga,
justo ahora, cuando en mi costado tu aroma
dice que en punto son las siete horas.



En la memoria


De ahora en más, solo vientos azules
y un hilván de confidencial alboroto.
Peregrino de una cicatriz profunda
me oculto en niebla de tus sábanas.
Taciturno entre ocasos de oro viejo,
allí, donde, dentro de mi propia sombra,
en la memoria. siempre te he guardado.

sábado, 21 de marzo de 2020

No tenía nada

Aquel viento ondeaba su piel gitana
y de gitana no tenía nada.
Pero a mí, se me antojaba zíngara,
pese a sus ojos verdes
y su risa de paloma en arrullo.
La amé con lágrimas y páginas escritas.
Me amó, si es que me amó,
cuando ya era tarde. Demasiado tarde.
Cuando de brasas no quedaban
más que herrumbres viejas y olvidadas.
En horas vagas, recuerdo su piel gitana
que, de gitana, no tenía nada.



jueves, 19 de marzo de 2020

Arboles hundidos


Esa congoja de musgo,
plena de soledad de pájaros
y mansa y fértil lluvia,
me empuja hacia las dudas
de las horas perdidas.
Atiborra de garabatos
las manos del descuido,
me sumerge en el fondo
del crepitar de las hojas.
En viejos y desgastados vacíos
desnudo semillas de extravío
que germinan como arboles hundidos.

Ritmos sin marcha

Tu mano se enreda en el follaje,
inquieta, derramando su cadencia,
agitando la ilegalidad de mi delirio.
Se esconde maliciosa, suave y fría,
metiéndose en el remanso de mi vida.
Inocentes y en tropel los deseos
se agolpan en recodos de vergüenza,
y se pierden en la alada gravedad
dónde nacen tus corales. Allí se hunde,
en delirios de vida, el misterio mudo
de los lentos ritmos sin mancha.



miércoles, 18 de marzo de 2020

Todo puede ser posible


Es cierto, todo puede ser posible.
Que haya  noches en otros cielos,
que despierten fantasías otros cuerpos,
que el viento arrope vidas agitadas,
que un día quede aquí. Yéndome.
Todo puede ser posible, es cierto.
Que tu cuerpo me envuelva de mar,
que ate a su bruma mis suaves letargos,
que tus labios tiñan de feroz carmín
el silencio mortal de tu huella de amor.
Es cierto, todo puede ser posible.
hasta que el médano indeciso de tu sexo,
que fragua sin cesar un diseño secreto,
invente de nuevo imprevistas alquimias
y conspire con los invitados de mis sueños.



martes, 17 de marzo de 2020

Tentadora y bella

Ciega y salvaje
finges el sentimiento.
Tentadora y bella
eres verdugo de aquello
que fue verdad.



Pálida y despeinada


Prohibición carnal
este ámbar
que se alberga en mis dedos.
Tu contacto final
lo dejó cuando tus deseos
solo fueron tibios ecos
(cascabel del desahogo).
Ese ámbar aún guarda
la nostalgia de su origen.
Se estremece en lo vivido,
forma enigmas,
reptando, caprichoso
entre mis yemas,
y se rompe con olor de hojas.
Mientras tú,
pálida y despeinada,
atraviesas la noche.

lunes, 16 de marzo de 2020

Dispersos bajo la luna

Un melancólico perfume,
incierto de realidad o sueño,
atrapa en intacta desnudez
la orfandad de la sangre
en lo capilar del alba.
Anoche fue un mismo sueño.
El paraíso se confinó
al misterio de tu vientre.
No aprehendí a ser puro
hasta que, desvelado en lo fino
de tu frente de mujer dormida,
las yemas de mis dedos
despertaron el suave paisaje
y la música de tu cuerpo.
Dispersos bajo la luna
cantábamos y gemíamos
al misterio más liviano,
gastando el tiempo
en sentir lo que sentíamos.



Estepa de cemento


Apoya su cansancio,
saturando horizontes.
Se pierde en sí mismo,
con inadvertida condena.
Rompe una opresión,
tumultuosa y extraña.
Sofoca el respiro
que ahoga el trazo fuerte,
se concentra
en el polvo rojo vivo,
vive y vuelve,
solitario y fecundo,
a la estepa de cemento.
A ser uno más,
entre todos los humanos.

domingo, 15 de marzo de 2020

Eco de capullo

Una flecha fatal
gira y se deshoja
en el horizonte,
rasga la costura
de las cosas,
y, aturdida, avanza
sobre las algas
de los caprichos.
Se aleja. Se acerca
con eco de capullo.
Un silencio ajado
suena a roto
en el temblor de la memoria.



Mirada


Discreto, pertinaz y repetido,
de agotamiento incapaz,
sagaz y lapidario en la mirada.
A él, acuden por favores,
y, aunque parece que anima,
fulmina con mil rigores,
por más que sea mucho
lo que uno se ha pintado.
Muestra lo adverso con cariño
y descubre espacios vacíos
que nunca serán llenados.
Muda en azul al tiempo
mientras, su frescura helada,
humedece los ojos
de quien en él se ve mirado.





sábado, 14 de marzo de 2020

Pasar la vida


Frente al espejo,
vestido de hambre y frío,
limpia las arrugas,
mientras derrama, por el borde
de su efímera existencia,
ese nacer de cada mañana..
Desnuda con ternura
el terco miedo al silencio,
para vivir otro día oblicuo,
con horas  líquidas
que se esfuman
en el celo de un suspiro.
Con un amanecer así, es milagro
que, por allí,
llegue a pasar la vida.

Tardío

A mis pensamientos les nacieron alas,
quise enseñarles a volar,
pero ellos, más sabios, vuelan solos.

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