De
ahora en más, solo vientos azules
y un hilván
de confidencial alboroto.
Peregrino
de una cicatriz profunda
me
oculto en niebla de tus sábanas.
Taciturno
entre ocasos de oro viejo,
allí,
donde, dentro de mi propia sombra,
en la
memoria. siempre te he guardado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario