domingo, 30 de septiembre de 2018

El dominio de la nada

Como los suspiros y las quimeras,
cual un nocturno pájaro de fantasía,
voy dejando el cansancio de la risa
en labios que alguna vez besaron.
Puedo ser solo una lágrima fecunda,
letras amargas o beso en el cuello,
una temporal distancia sin heridas,
oscura rutina oculta y sin sangrar.
Gimiente mar en la espalda de la tarde,
balada de una última plomiza paloma
o preguntas en el dominio de la nada.
Todo eso podría ser y mucho mas
sino estuviera roto el tiempo de ser
y pudiera estar en el sueño que te habita.




viernes, 28 de septiembre de 2018

jueves, 27 de septiembre de 2018

Menguar mis fríos

Quiero jugar contigo
en el silencio crepuscular.
Jugar, hasta que deje de llover,
a la cuerda floja, a las escondidas,
hasta que la noche ya no despierte.
Tocar juntos un piano azul,
eligiendo las notas prohibidas,
los pentagramas de mágicos besos.
Perseguirte por las mañanas
de colores dolientes, alcanzarte
y sumergirnos en blancas almendras.
Jugar en una noche tibia y perfumada,
que sea de julio, o aun de agosto,
pero que sea de invierno,
para menguar mis fríos donde arde tu alma.



miércoles, 19 de septiembre de 2018

Huelo a café


Si me miras atentamente, huelo a café.
Vestido con el verdor de las promesas,
con el rostro inclinado hacia las nubes,
y despeinado, para asustar al tiempo.
Tal vez tenga algún ademán de sábado,
con algo de aliento como fruta en la piel.
A la espalda algún quehacer sin acabar
y un inofensivo brío de aventura brotando
por azar, oculto entre semillas y canciones.
Además, rasgando el aire, un olor a madera,
a tierra de nadie, a vuelta a casa, a llanto.
Mirando bien al fondo de mí mismo, veras
sombras paralelas y una lluvia muy honda
que se pierde, por entre mis brazos huecos
hasta la sábana enmarañada entre tus piernas.

martes, 18 de septiembre de 2018

Aroma lascivo

Nos une una distancia de melancolía,
nos separa un raudal de manzana y miel.
A veces nos cruza un aroma lascivo,
un ebrio mar de noche y de cabellos.
En ocasiones nos ruge un vendaval,
un súbito galope nos lleva hasta el éxtasis.
En oportunidades quedamos vagando
por un aire blando, dolidos y esperando
un tibio sufrimiento de jazmines.
En ese instante, calla el rocío y la campana,
y hundidos en la ausencia dura la nostalgia.



lunes, 17 de septiembre de 2018

Manos huidas


Te busco por calles desnudas,
en mundos sin nombre, sin sombra.
Algún día estarás, tal vez mañana,
con palabras múltiples y simples.
Palabras en las que me intuyo
con un nombre prestado, ajeno.
Manos huidas, como simples pájaros
y la arena caliente del silencio
ribeteando de flecos todos mis pasos
que aguardan tus pasos sin huellas.
Así te espero, por calles desnudas,
con el pudor de haber sido de carne.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Puesto en guardia

La cabeza altiva, férreo el brazo,
manos febriles, gélidos los ojos.
El corazón, estruendo de la realidad,
 apurando la sangre de la primavera,
puesto en guardia frente a las olas
de tus labios, que sin hablar atraviesan
como un rayo el ansia de mis sentidos.
Sólo soy uno más entre otros tantos.
Ahora el mundo está vacío, como tu risa.



domingo, 9 de septiembre de 2018

En la sombra de una piedra


Exiliado en la sombra de una piedra,
melancólico e inmotivadamente alegre,
soy un otro en este cuerpo ajeno
pese a que es mi cuerpo, sin metáforas.
Desunido del otro lado de mi piel
escucho el perpetuo crujir de un corazón
que creo ajeno, pero es mi corazón.
Me veo invasor de un jardín alucinado,
jardín que mi respiración acompaña
en la precisa prepotencia de verme
donde ya no llega a la mirada.
Mudo retrato de mí mismo sin aroma,
sin aire, con un perfume exacto de pretérito.
Así me veo en el paisaje de las obsesiones,
viviendo a un aletargado trecho de mí,
aunque sea yo mismo el que
en la sombra de una piedra se ha exiliado.

sábado, 1 de septiembre de 2018

Penitentes enseñanzas

Un temblor de sombras
se desnuda a mis espaldas.
Murmullos sedientos
crujen en el fondo de mi garganta.
Un eco libre se libera
en sonidos que vaticinan tormentas.
Aletea una estela perturbante,
réplica infiel de la sombra
que desvela mi deseo.
Arrecia un vértigo insondable
por entre la deslucida luz
del crucial encuentro.
Crece una presión impúdica
que nos ha de llevar,
enardecidos, entre dos cegueras.
Tu sombra se acerca
a pasos vivos,
me hundo, impasible
en la transparencia del pudor,
en el fulgor inédito de la desnuda sombra.
Los dedos pulsan secretos,
dejando penitentes enseñanzas.




Ilustración:: "Desnudo en sombras" - Digo Dugo