Entre
los labios medianos, una boca neutra,
y, aun
así, con ella, juegas toda la noche.
Muy
satisfecho por eso, en verdad me tienes.
Labios
preparados para la persuasión,
para
la vertiginosa sencillez llegar a lo que soy.
Tu
boca viaja lenta por las noches,
descubriendo
secretos al derecho y al revés,
sabe
el nombre de pila de cada centímetro de mi piel.
A
veces, me castiga y otras, si puede,
me
disculpa por no saber aguantar el delirio.
Ella siembra
y cosecha en los dominios de mi alma
con una
discreta procesión de un lunar a otro.
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