Austero
día de palabras blancas,
de cuajadas
soledades errantes,
pausas y
preguntas contestándose
lo que se oculta
y siempre se miente.
Todo eso y aun
no termino de aprender
el insistente, misterioso
y fatal rito
de sentir en las
venas un sinfín de pájaros
respirando,
lento, la interna ansiedad
de apagar el mal
sueño que inició el día.
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