Desgarrados
zapatos, calles ciegas,
grafitis
escritos con gruesos trazos,
cuerpos
erguidos como noveles cadáveres.
El
tiempo que se desliza ente los dedos.
Un
silencio que no da ningún pésame,
lugares
donde el llanto no cabe, pero habita,
una
lluvia que se distrae en la esquina cansada,
mujeres
que esperan largamente algo,
que
caminan pegadas, charlando con rutina.
Ojos
al acecho en ese mundo vacío,
de
pie, reinando, la oscuridad llama y atrae,
con
brazos cargados de brillante bijouterie barata.
Alguien
saqueara la vida ente ese gentío,
en
el absurdo de los ojos que se dirigen a él,
lo
devoran, lo degluten y lo devuelven
al
silencio de las noches vacías, con menos dinero
con
su dignidad ajada y el sexo apagado.
Ilustración: "Abriguitos" - Alejandra Rotondi
El sexo apagado se habrá deslizado por una boca de tormenta, la más cercana o quizás la más lejana...creo que lo he visto envuelto en papel de seda atado con un moño de hilos de telaraña . Volverá o alguien lo desatará por el camino sin saber quién es?
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