Se abre el cierre de la vida
por
detrás de una avenida.
Apura
el paso una sombra
blanda
y tibia, palpitante
como
vapor de alcantarilla.
Hecha
grito, una voz llama
detrás
de un oxidado ornato.
Tambalea
la calle con el eco
buscando
volver al silencio.
La
indiferencia hace que duela
el
grito de alcohol y cigarrillo.
Blando
y tibio el mutismo sigue
como puñalada
por las calles.
Las
personas solo pueden ser
a veces,
tristes inviernos sin sol.
Es precioso... Frío y triste como el invierno y profundo, real como la vida misma. Si falta el Sol, ese grande y caluroso astro, que cuando aparece alegra a todo el planeta.
ResponderEliminarEnhorabuena!!!!!
Me gustó el poema y lo comparto. Buenas noches poeta.
ResponderEliminarBelo e triste!
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