Ahora
camino las horas de manera distinta,
más aun
cuando me llueven sobre el cuerpo
las
pequeñas grietas de alguna tonta fatigan
cuando
toda indolencia aflora en los bolsillos
y
parezco ser solo una huidiza tristeza andante.
Me
alivian las noches de marzo y las guaridas
donde
acechan las frases escondidas en vino.
A
veces, tengo el amor guardado en el saco,
un
amor que me habita como si fuera testigo
de
que mi corazón es un mar grande y desierto,
que
dejó arrinconado un latido en algún lado
y se
empeña en perseguirme cuando camino.
aun
cuando camino las horas de manera distinta.
El discurrir de los años o del tiempo.
ResponderEliminarMil besitos, Sergio.
vuelvo a visitar tu cerro aislado y me llena de placer leerte en este silencio de sabado por la noche colmada de soledad.
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