sábado, 2 de febrero de 2013

Junto a mi


Mi sol no es un sol inmediato.
Jugueteando entre hojas,
en zigzag llega a mi balcón,
seis pisos antes de la tierra.
Plátanos gigantes lo distraen
con sus troquelados troncos,
que se descascaran en lírica
de inmaculado gris verdoso.
 Palmeadas acróbatas danzan,
desde su cumbre al empedrado,
cediéndome un ballet de follaje. 
Entre los vicios que guardo,
está el de levantarme al alba,
esperar junto a mi ventana
que vuele el día en trozos de luz,
con trinos de mixtos y calandrias
y el alboroto de verdes loros.
Inundarme la vista y el alma
de acompasado vaivén de ramas,
mientras una pequeña torcaza
camina sueños de equilibrista.
Oír allá abajo, voces comunes
dándose los buenos días,
y descubrirme, hablando sólo,
como si estuvieras junto a mí.

1 comentario:

  1. ¡Bellísimo!! Relato de un amanecer como el de cualquier poeta insomne o madrugador...somos varios...Te felicito...Any

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