Frente
a ti, miles de antes.
Un muro
de ayeres todos,
en
el polvo de la nada,
ocultos
en muchos adiós.
Sin
nombre ni recuerdo.
Siempre
esperando por ti.
A
veces, hurgando en ellos,
el
fuego de tus venas,
intenso,
busca esa imagen
que
arranco tu sonrisa,
compartiendo
un silencio
forastero
y cómplice,
y en
desmayo tu cuerpo
acepto
ese primer beso
que
recibiste jugando,
como
si solo fuera
una cosa
de niños,
pero
te robo el alma
y se
escondió profundo,
para
ser, por siempre,
tu
recuerdo preferido.
Algunas veces, bailamos... sin conocer la técnica, luego, cuando la aprendemos, o bien dejamos de querer danzar o nos convertimos en expertos.
ResponderEliminarSaludos
Tenía pendiente venir a saludarte.
Buena semana
Ross