jueves, 21 de julio de 2011

Secreto

Montañas de la eternidad
después de lo cotidiano.
Tras la ventana… el secreto,
el pecado de los viernes.
Desperdiciamos tiempo
esperando que pase el jueves.
La fugaz batalla de los egos,
se libra entre espera y sueño,
algo de casi todos los días,
dejando cicatriz y bálsamo,
en los instantes que agonizan
en el borde de la tormenta.
Mírame por una última vez,
y, a pesar de todo y de nada,
volvamos a forjar sueños rotos,
(ese inevitable destino del amor)
con dos lágrimas celestes de sal
allí, dónde fabricamos ilusiones,
en nuestro refugio de cristal.


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