domingo, 31 de julio de 2011

Egoismo

Un hombre que no conozco,
y la mujer que tiene por piel la luna,
como esos viejos nudos mal atados
andan, egoístas, cada uno por su lado.
La imperfección de la memoria
les impide hacer del amor una isla,
y guardar en la buhardilla del otoño
un preciado inventario de recuerdos.
Se llegan sin poder decir adiós,
y se marchan, sin saber si fueron uno.
Llueve sobre el puente del encuentro,
nostálgico anhelo de amor abandonado,
donde, algún día, volverán a ver pasar
la golondrina melancólica de la nada,
desde la orfandad patética de lo solitario.
El séptimo velo que oculta la ciudad vital
desdeña los malditos tiranos del egoísmo
que se privan de nacer en otro cuerpo.


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