martes, 21 de diciembre de 2010

Germinal

Azotado el individuo todo
por las furiosas hordas
de la total destrucción
en sus mínimos cimientos.
Conmovido por el destrozo,
sin que anide esperanza,
de posible vida nueva
después de la siega feroz
del engaño, el odio y el rencor,
reina por doquier la desazón.
Se pierde la serenidad,
aborreciendo lo ayer querido,
despreciando lo logrado,
deseando no haber nacido
para padecer lo no merecido.
Deseos de ruina y muerte
de lo propio y de lo ajeno
parecen solo conducir
posibles destinos nuevos.
En el mayor desamparo,
cuando ya no es posible
retornar a lo perdido,
páramos son las esperanzas
y las ilusiones cosa yerma.
Aquello sembrado otrora,
que desvaloradamente oculto
en el fondo de cieno perduró
comienza su germinar eterno
por sobre las tristes ruinas
en que nos convertimos.
De a poco y contradictorio
avanza en las tinieblas
alimentándose de lo fértil,
que perdura sin saberlo.
Nutriéndose de recuerdos
desperdigados en la nada,
hasta ser fuerte de nuevo
y revivir lo que ya creímos
por siempre había muerto.





Ilustración:  "Desesperación-Destrucción" Guillermo Tull
                  "Germinal, nacimiento del hombre libre" Cindy Millet

2 comentarios:

  1. Así es la mente... o recuerdas que olvidaste o no olvidas que recuerdas.

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  2. Hola y muy agradecida por tu visita a mi blog.Recorrer el tuyo es maravilloso, pleno de sabiduría, reflexión y con tu sello de excelencia.
    Abrazos y besos
    Felices Fiestas y un bienaventurado 2011.
    Raquel Luisa Teppich

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