martes, 12 de junio de 2007

Carta a una Amante

Querida amante mía:
Ternura, vos que siempre me aconsejaste huir de la soledad, sin saber lo que para mi era, hoy me has dejado solo.-
Pero no con esa soledad de cuerpos, sino con la terrible soledad del que esta solo, no porque lo quiere, sino porque no puede remediarlo.-
Mi Dulce Bien, momentos hubo, en que solo nuestros cuerpos nos llamaban, y tal vez, el dulce ensueño de lo prohibido, pero cuantos otros, oh! Mi gran Amor, en que solo te he buscado para sentirte cerca y guardar muy hondo tu perfume, solo eso, y aún me acompaña siempre.
Tiempo hace que no nos vemos, tan solo fugaces miradas al pasar, mi sueño se ha roto, quizás tu realidad, pero mi Pequeña Amiga, como romper las horas que nos dimos, y lo que de ti he recibido yo.
Yo?
Quien soy yo?
Sabes algo tu de mi?
Sabes del volcán que mato mi corazón?
Sabes de la brizna que lo enciende hoy?
Puedes reírte, no me afecta, pienso con el corazón, para ti Mi amor, no tengo mente.
Hoy hay distancias entre los dos, ya todo, como esos veranos tardíos, ha pasado.
Las dulces aventuras de amarnos a escondidas finalizaron, y la pasión, que tantas veces nos juramos sería eterna, ha sido reemplazada por tontas excusas que ninguno creemos.
Amada, ambos hoy volvemos a nuestro punto de partida, de ti he ganado mil noches de sueños, y tu perfume de mujer querida.
Decirnos adiós sería triste, y tal vez mezquino, en ambos hay cosas que ningún adiós nos quita.
Creo, Mi Querida, que si pudimos amarnos como nos hemos amado no tiene sentido una despedida.Seré un recuerdo, serás una herida, pero algo siempre serás…
Nunca estarás perdida.
Ilustriación: Betsabe con la carta de David - Rembrant- 1654

2 comentarios:

  1. Dulcemente escrito, algo que no se puede soltar, ni se quiere perder del todo. En toda relación siempre hay ganancia y lo bueno es llegar a aprender y conservar lo bueno y bello que agregó a nuestras vidas.

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