No te espero, sigue en lo tuyo,
que con lo mío tengo bastante.
Como una flor naciente
la tarde era blanca como leche,
y amarga la dulzura
de lo perdido y pisado.
Piedra de ausencia y lodo de desamor,
tú en lo tuyo, bastante con lo mío,
y en el umbral de mi fortuna
tú desnuda y como la leche, blanca.
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