martes, 1 de septiembre de 2020

Atávica costumbre


 Interminable,

el sendero de tu piel,

que se abandona

al juego de reencontrarnos.

Anteriores huellas

me conducen a la savia

que vuelve a madurar

apenas se irradia

el verde de mi sarmiento.

La sábana, otrora soñada,

repite, monótona,

la atávica costumbre

de enredarse en tu cuerpo.

Es una trampa

en esa senda transitada,

y caigo en ella

en camino hacia tu noche.


1 comentario:

  1. Algunas huellas son imborrables. Palabras de poeta apasionado. Marta Mara

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