jueves, 16 de abril de 2009

Despertar

Uncida las testas
Por lustroso madero
La yunta detiene
Su lento marchar
Hendiendo la tierra
Justo, frente a mí,
Cerrándome el paso
Por el dorado lugar.
Contrasta la mole
Con su oscuro pelaje,
Recortada del suelo
Amarilleado de flores.
Barrera insalvable
Detiene mi sueño,
Y veo esfumarse
La recostada silueta
En el árbol lejano
Que alcanzar anhelaba.
Ironía perpetua,
Teniéndote cerca,
Sobre un campo florido,
Con nobles surcos arados
No poder encontrarnos
Por el terco cerrojo
De una yunta uncida
A lustroso madero.
Lo amargo del sueño
Quedó en el olvido
Con el despabilante café
Que mis entibio mis labios,
Despierto ya al día
Como una roja boca,
Fragante ofrecida.

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