martes, 3 de julio de 2012

Vacío simple

Te vi allí, razonablemente lógica,
en esas inusitadas horas de pueblo.
Las lluvias de noviembre no nacian,
un mar despojado de todo color
se avergonzaba ante tus delicias.
Consumía mi ser la puesta de sol,
preanunciando ese vacío simple
que dejaría tu ausencia, cuando fueses
seductora dama blanca en otros ojos.
Un silencio con aroma a tarde de primavera
se metió entre la sangre y los huesos
cuando, sin comprender el motivo
del por qué, sonriéndome, te marchabas,
te vi alejarte con el místico erotismo
que, irónico, tu pelo brindaba al viento.
Un efímero infierno de celos pobló la tierra,
 y se quedó viviendo entre las sombras,
esperando eterno y con las venas abiertas,
 que en otro tiempo podamos retar al destino.


Ilustración: "Dama blanca" - Eric Parey



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