lunes, 16 de noviembre de 2020

Sueños buenos

 La tarde escribe desvaríos

entre los errores de tu cuerpo,

traza zozobras en tu ombligo

y puntos suspensivos

en el espacio que dejan tus pechos.

Cincela, con tránsito lento,

una bifurcación entre tus muslos,

logrando que un frívolo temblor

llegue sin permiso, impetuoso,

como un respiro que sopla desde el alma.

La tarde y sus tiempos,

hondos e inciertos, te desnudan

de todas tus vergüenzas.

Abrís los ojos para ver las huellas

que sobre la piel dejaron sus dedos,

y descubres los jeroglíficos

que los deseos dibujaron en tus entrañas.

Pegajosos borrones de abandonos

se esparcen sobre esas otras ausencias

olvidadas en estas tardes secretas,

en las que el tiempo desmorona

la carne febril y los sueños buenos.



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