martes, 2 de febrero de 2021

El centinela

Impertinente la penumbra

agita el respirar del centinela.

Perdida la mirada,

otea las cortinas de brumas.

Pupilas inquietas

hurgan con impotencia,

entre dudas y temores,

los monstruos

que se esconden bajo el cielo.

En realidad, teme

cambiar la dirección del ojo

y mirar bajo su piel,

untuosa de algas y cicatrices,

moribunda de soledad,

por ese amor que, con lisa desnudez,

lo devoró

con ásperos mordiscos,

y encontrarse allí

con todos sus monstruos.




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