martes, 29 de abril de 2014

Porfía oscilante


Entendería la porfía oscilante,
si no fuera por esta preñez
de  incontenible multiplicidad,
de sensaciones vívidas, que
va dejando al desnudo la entraña
que hay en la marcha, en el canto,
en las ventanas de gatos sueltos,
cuando la memoria vocifera
saltando los endurecidos resortes
de una silueta que, desmañada,
indiferente parpadea en el faro.
No hay nada en el fondo marino,
o en el pecho cursado de las horas
que desconozcamos, por ser evidente
esa voz mimando todos los espacios,
cántico pendular de ignorar quién eres,
embistiéndome sin doblar los remos,
como pincel de oscuridades en mis ojeras,
hasta tener esta  necesidad de parir
un saludo al sol. Una quimera me atraganta
multiplicada entre mi piel y mi ojo ciego.

2 comentarios:

  1. Me quedo sorprendida, pues las palabras en este caso no necesitan convencer, su propósito inmediato es mostrarnos el alma de las cosas. Su gran valor radica en el sentimiento humano que se muestra, no con el egoísta propósito de huir, sino mas bien el espontáneo sentimiento de dar todo de sí. Viste poeta, nadie es una pieza perdida, todos somos una pequeña parte de un algo grandioso. Finísimamente llevado al verso la espera, la razón y la necesidad. Me encantó y me aclaró! Gracias por tus letras.

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