lunes, 1 de febrero de 2016

Ineludible

Aún antes de nacer ya era mimada,
el esmero la protegió de las intemperies,
apenas asomada, fue admirada,
y se cuidó su crecimiento con desvelo.
El sol suave la entibió y la hizo bella,
se nutrió desde debajo de la tierra.
Homenajeando la beldad femenina.
se vio como el tesoro de un jardín,
y en verdad, sobresalió en su entorno.
Paseó su galanura y su perfume
en finos escenarios, excitando admiración
hasta creerse única e irremplazable.
A todos subyugó con su presencia,
solo a uno su embrujo no cautivó
y sin saber de su presencia, fue su verdugo.
El fin de su reinado la postró en el desdén,
condenándola al camino ineludible
del volver a alimentar su propio origen,
pero aún en su luctuosa presencia, luce
la gallardía que solo los grandes tienen.
Olvidada, pero aún altiva, fecundará la tierra
mostrando la hermosura de su crepitud.


1 comentario:

  1. ¿Homenaje a una flor? Hermoso poema. Las flores cautivan, producen buen ánimo y admiración.

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