martes, 30 de octubre de 2018

Y así, se vive


Probé el sabor amargo de noches irreales,
luchando contra la apatía en cuartos ajenos.
El tesón del olvido fue un punto de partida,
un espacio de sombras del tiempo fugitivo.
Blanca y taciturna la ausencia, como una ola,
desarrolló fantasmas en el jardín nocturno.
En silencio supo, lenta, llegar la madrugada.
Viajero de tinieblas el sol quitó la luna sombría,
en calmoso vuelo lánguido, su luminaria revivió,
breve, la invisible hermosura de otros tiempos.
Lento fue royendo sombras y toda muda oscuridad,
palabras, sonidos, dieron vida a un remoto fuego.
Respiró con gesto impreciso un deseo entusiasta,
rodó por la piel hasta llegar al corazón cansado,
rozando el aire agitó el diario cuerpo y así, se vive.

1 comentario:

  1. "rodó por la piel hasta llegar al corazón cansado"
    Bonito poema. Buenas noches, descansa ese corazón.

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