En el infinito punto
En que se quiebra
El camino que trazamos,
Junto a la coyuntura
De nuestras cansadas
Y transidas osamentas.
Cuando pensamos,
Que ya no tenemos
Mas regreso a lo vivido,
Que ese lejano punto
Al que sin saber
Nos dirigimos.
Cuando mas nos agobia
La carga de lo no hecho
Y de todo lo que aún
Nos queda por hacer.
En que la pereza
Se nos asocia
Y nos urge a dejarnos
Y nos urge a dejarnos
Abandonados al estío.
En ese instante,
En que nos quebramos,
Por dentro y por fuera,
Pero mas, mucho mas
En el interior profundo.
El aguijón sarcástico
Del fracaso inminente,
Encuentra, no se donde,
La savia vertedora
Que nos lleva a imaginar
El horizonte posible
De lo que vamos a lograr.
El horizonte posible
De lo que vamos a lograr.
Ahí está el punto! En la pereza cuando se nos asocia... Hay muchas clases de pereza y todas pueden hacer lo mismo. Pero no importa, siempre, también, por suerte -o casi siempre- en algún momento asoma el "aguijón". Será que nos cansamos del fracaso e imaginar nunca nos queda chico.
ResponderEliminarMe encantó esta poesía, me gusta el final esperanzador.
Saludos
Jeve.
muy bueno, tambien hay que aprender de esos puntos de quiebre, de eso se trata todo!
ResponderEliminarsaludos
Gracias. Por la gentileza de pasar a leerme. Vine a visitar tu espacio y me voy encantada. Un abrazo.
ResponderEliminarHola y muy agradecida por tu amistad y bello comentario en mi blog.Tus poemas son magníficos y muy profundos. Aplausos...
ResponderEliminarDisculpa la demora en agadecer tu gentileza, estoy con mucho trabajo para nuevos proyectos...
Abrazos y besos desde Mar del Plata
Raquel Luisa Teppich