martes, 20 de marzo de 2012

Estocada

 

Apágame la luz y dame tu silencio.
Voy a ti como tornando a un volver,
empinando pequeñas dosis de realismo
en la decisiva hora del insomnio.
Marca que en mi carne hizo arista,
ansiedad que libra inquieta algarabía,
tensando la cuerda de la provocación
para embrujar, con extraños besos de miel,
el absurdo imposible de la satisfacción.
Estocada mortal a la que arribo inerme,
suspirando estar vivo en su flagelo,
suplicio mio que guarda un sabor retenido
en la utopía de poseerse en la sinrazón.
Maximizada ausencia del aire si me faltas,
esclavizante revolución si te consagro.
Al final, prefiero ser concreto engaño,
que vivir ausente en la desolación.

2 comentarios:

  1. Pequeñas dosis de realismo pero ansiando soñar... preferir ser engaño a vivir ausente, a no ser, en la desolación.

    Me gusta tu manera de expresar esa lucha entre lo que se tiene y lo que se quiere y la ansiedad que ello conlleva.

    Un placer pasar por tus letras.

    Un saludo

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  2. La pena del silencio abruma y lo siento en estos versos. Ellos me dejan un matiz de dolor, pero sin perder la esencia de ese hermoso sentimiento que te mueve y en el que te expresas. Triste y acariciador poema, hasta en una estocada transmites una emoción inigualable y siempre única.

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