el norte y
los gestos brillan
en los relieves
fantasmales,
cabrioleando
esa arista
que
los caminos
azules dejan
entre los
pliegues de la tela,
y en esa
promesa que dormita,
magna
quimera de tu cuerpo.
Las
profundidades guardan,
en lo oscuro
y tácito de la noche,
la inexacta
ciencia de la espera,
refugio en
el desierto planeta
de la
intranquilidad en vela,
y se
prolonga transfigurando
sonidos que
no tienen rimas.
Hermoso!!!
ResponderEliminarMe encanto!!!
ResponderEliminarQuiero escuchar, oír más. Más sonidos
ResponderEliminarPor favor..
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