Este
ciego animal que es la ciudad,
No
es más que previo entorno muerto,
la
fractura de un oculto sentimiento
abortando
órdenes en la noche futura.
No
me sueltes con mucho respeto,
que
invado el camino de tu boca
con
desertoras baladas de otoño,
ganándonos
un lugar en el averno.
El
lomo de un adiós, invita a la fuga,
guareciendo
en la sombra de una flor
el
círculo perfecto de pasión vulgar.
En
tanto, tirando piedras a la luna,
se
distrae, en el réquiem de un loco,
el
solitario habitante del infinito distinto.
DIAS SIN PASAR POR TU MUNDO Y SIEMPRE Q VUELVO ME VOY PLENA DE POESÍA
ResponderEliminarCON MI MAS SINCERO AFECTO
ANNGIELS