Experimentando
el borde de la vida,
cada
día es una nueva oportunidad.
Hoy
no viene a mi memoria la nube,
ni
dioses que acechan tras la ventana.
Vagabundo
de historias para contar,
después
de un tiempo de temblores,
salí
a caminar por calles que me traen
el
tiempo y los años con los que maduro,
poniendo
los ojos en lo vital de las cosas,
alteración
totalmente normal y sana,
que
emociona por imprevisible y poderosa.
Y
me detengo un soplo para oír el sonido
que deja mi huella, detenida en algún lugar.
Ilustración: "Cuello" - Peter Guither
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