jueves, 4 de febrero de 2016

Horoscopeando

Conjuro a las dualidades a las geminianas,
con sus adornadas y permanentes mutabilidades,
a que, en visitas paralelas colaboren
para que entienda el ariano impulso positivo
que rige, con taurina fuerza, los destinos
del centauro emisor que guía a los sagitarianos.
Mi ignorancia requiere del libriano equilibrio
y de la arrebatada mordacidad capricorniana
antes que de la pasividad acuariana que rige a piscis,
pues me atacan escorpianas vacilaciones
al pretender superar virginianas tosquedades
en esto de desentrañar la leonina incógnita
que encierra el misterio de los lunáticos cancerianos.


2 comentarios:

  1. Genial tu horoscopeando, un bonito juego de palabras.
    Besos

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  2. Cuando yo nací no había astros
    sino suposiciones en el firmamento.
    Un saludo

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