viernes, 14 de diciembre de 2018

Canto desnudo


Pecadora, exquisita y fatal,
sin dar tregua ni consuelo,
ola que se marcha, inquieta,
que rompe, y salta y medra
lejos de estos, mis arrecifes.
Asombro del tiempo, de ayer,
de hoy. Ausencia de octubre,
sombra de una sombra de abril,
muslos de danzantes estrías,
noche que se abre somnolienta.
Canto desnudo de todo cuerpo,
sonido joven de moza en celo,
fuego nocturno en mis entrañas.
Te vuelves aire con los albores,
mientras me hundo y vuelo
en el incendio de absorberte.

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