sábado, 22 de diciembre de 2018

Entre la ortiga y el frío


Existe un reino invisible en la noche,
lo habita la luminosidad del beso,
 el exilio de la nada y, entre los otros,
un hombre en la distancia de los espejos.
Ya no le sirve el sueño ni su deambular
entre la ortiga y el frío. Vano, inútil.
íntimamente absurdo en la lentitud del vino.
Una helada sombra con la boca abierta.
Vacilante ya no se pertenece. Abrumado,
los dioses le han prohibido que regrese.
La demora lo envuelve en sus reflejos,
agria y desolada alquimia la del tiempo
de quien, sin vida, de vanos amores vive.

1 comentario:

  1. Haz que los reflejos de ese reino invisible, el hombre en la distancia de los espejos, se sirva de bellos sueños, haga desaparecer la demora en la que está envuelto, para que subsista el amor aún en la lentitud del vino.
    ¡FELIZ NAVIDAD!

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