lunes, 10 de diciembre de 2018

Sobre la espuma

El hombre junto al mar
se beneficia con la oscuridad.
Estricto y melancólico,
día tras día capea tiempos difíciles.
A veces tiene ganas de gritar
bajo la luna de nailon,
el aire desordenado ataca sus horas,
lentamente, en puntillas,
como quien no tiene nada que hacer.
El, a tientas, forcejea,
su ocio en el inevitable maleficio
de la pedregosa espera.
Aguarda del mar viejos ritos, regresos
que lleguen corriendo,
como las gaviotas sobre la espuma.
Regresos que no regresan
a las fronteras de su mar desamparado.
Sopla el viento en el vacío
y apenas si despeina
las algas y sus olvidadizas telarañas.



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