martes, 19 de enero de 2021

Sol de los domingos

 


Era de un gris de idas y vueltas,

con una vieja alma de barrio.

Se sentaba en la misma mesa

de toda la vida, la de los farsantes,

sin separar lo vacío de lo lleno.

Se mentía mirándose al espejo

cada vez que tenía algo de tiempo.

Tenía fama de ladrón de almas

que escondía en obras de arte.

Jugaba dominó y se dormía en el agua.

Un tipo aburrido que andaba, solo,

abrazando al sol de los domingos.


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