El juego de la pasión
no es un simulacro,
o un imponderable
para aprovechar,
mujer imaginaria.
En el hay sueños,
ojos de cristal,
dulces besos,
y, dentro de mí,
tú, eruptivo volcán
ardiendo mí atardecer.
Hay momentos en que me siento hurgador de letras muertas, alquimista de consonantes, carpintero de vocales, constructor de palabras sueltas que solas se arman en papel. Y hay momentos en que solo me veo equilibrista de mis pensamientos, sin poder volcar en la pluma frase alguna que refleje la tumultuosa volatilidad de mis alocados sentimientos. Y hay momentos en que me basta pronunciar por lo bajo tu nombre,para saberme vivo. Entero
Muy bello. Como siempre. Besos
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