jueves, 18 de julio de 2013

Un mismo barro


Me gustaría que supieras ser
trapecista de la luna menguante,
des abandono de una lágrima,
carrusel de viento y agua florida,
alas abiertas en ingrávido vuelo.
Pero nada de esto puedes lograr.
Después de todo, al bien mirarte,
con ese egoísmo de ser humano,
disculpo tus armonías perfectas,
tus arroyos de redondas piedras,
tu boca de obligatorios urbanos,
y con él, te invito a que regreses,
tan  plena de tus imperfecciones
para dejarme, incurables instantes
en los que deseo ese mágico soplo
en el que somos un mismo barro.

2 comentarios:

  1. Poema bello y muy filosófico…
    "incurables instantes
    en los que deseo ese mágico soplo
    en el que somos un mismo barro."
    Un gusto regresar por tu vereda y regalarme con tus versos.
    Saludos efusivos Seroma.
    Feliz amanecer.

    ResponderEliminar