domingo, 25 de enero de 2015

La calle vacía


Un hombre solo… y la calle vacía,
la felicidad pariendo en otro lado,
en una tierra de ajenas vivencias,
donde lo diferente es vil enemigo,
perfecta creación para pusilánimes,
tristes consentidores de un raro amo.
Presencias ausentes de lo humano,
sin razones para un querer pensar,
renunciantes seriales, a querer ser
algo más que vago pretexto insulso.
La calle vacía… y un hombre solo,
hasta que irremediable, hay otro,
que aparece a vivir y dejar vivir,
también solo, gris, en la misma calle.
Y ya son dos, cobrando nueva vida,
y después otro y otro y cinco más,
y diez, veinte, cien, mil otros en la calle,
que ya no está vacía, aunque no vean
los que están sentados en su sala,
que un hombre solo y la calle vacía
no siempre es una calle que está vacía.
y un solo hombre pueden ser muchos
que hoy están solos en la calle vacía.

Ilustración: "Sombras Nocturnas" - Edward Hoppeer

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