viernes, 6 de enero de 2012

Causa deseada




No se en que momento,
tuve impostergables deseos 
de una aventura en el mar.
Que el viento, derivado del sur,
se filtrara raudo por la ventana
tomándose el lujurioso trabajo,
de ir remeciendo quietudes,
y con sabias palabras mágicas
dijera impetuoso: “no eres tu
el que gustaría de una marejada
que te quite del libro de quejas
y te lance a los tiempos de la vida?”
Ingenua idea estival que nunca será.
Porque los cambios de vida deseados
no vienen de afuera. No llegan.
Solo son acción y causa deseada
de los que, buscando una respuesta,
se ponen en camino hacia ella.
Mi balandra abandonó la espera inútil.
Se salmuera mi piel avanzando
imprevisibles oleajes misteriosos.
Navegando el mejor lugar encontrado:
la pequeña eternidad de mi vida.

2 comentarios:

  1. No he podido antes porque estoy de viaje y las PC no abundan por donde ando...pero esperaba el momento de poder agradecerte el mensaje que dejaste en mi blog para las fiestas..de verdad me sorprendio y a la vez me hizo sentir muy bien...y de paso, decirte que hoy la emocion ha sido doble porque antes de escribir he leido estos versos y ese final, me toca muy profundo...besos marinos

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  2. Recuerdo que querías navegar y navegar...Tal vez si te dejas llevar por el oleaje no debas cambiar el rumbo (no todo depende de tu timón) sino que, tal vz, la playa llegue casi sin notarlo, a la seguridad de tu barca...Besos...Any

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